Se arrestaron a 30 personas en el transcurso de la investigación que arrancó en enero de 2020
La Policía Nacional desmanteló en la localidad alicantina de Almoradí (Alicante) un laboratorio de cocaína. Producía 600 kilos mensuales, lo construyeron en el interior de una nave industrial. Bajo la apariencia de taller mecánico, picadero de caballos y criadero de perros.
Según informa la Dirección General de la Policía Nacional, se arrestaron a 30 personas en el transcurso de la investigación que arrancó en enero de 2020. Momento en el que los agentes tuvieron conocimiento de un importante desvío de sustancias químicas a la zona del Levante. Cuyo destino final sería el laboratorio clandestino.
En el centro de la nave apareció construida estratégicamente una vivienda ilegal habilitada como laboratorio clandestino.
Desmantelan el laboratorio
Una de sus paredes, utilizada para colgar monturas y demás utensilios de equitación, ocultaba una puerta secreta que daba acceso a un habitáculo. Este parecía un vestuario y era donde «químicos» se colocaban el material de protección necesario para acceder al laboratorio.
Posteriormente, en uno de los paneles del vestuario, se libraba un pestillo que permitía abrir una puerta y acceder al laboratorio clandestino.
La organización disponía también de un taller situado en una nave anexa. Esta servía para preparar dobles fondos en vehículos o «caletas» y, así, ocultar la sustancia estupefaciente y los beneficios obtenidos de su venta.
En total, los agentes incautaron 52 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 20 vehículos de alta gama, tres motos de agua, un camión frigorífico, dos armas de fuego cortas y tres armas de fuego largas, así como unos 650.000 euros en efectivo.
La investigación permitió conocer que esta organización distribuía grandes cantidades de cocaína, hachís y marihuana, entre otras drogas. Disponiendo así de un entramado empresarial para blanquear las ingentes cantidades de dinero que obtenían de esta venta