La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia las agresiones y reclama que se considere su trabajo como profesión de riesgo
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha denunciado este martes dos nuevas agresiones a agentes del instituto armado en Lanzarote en las últimas 48 horas. Los ataques, que han tenido lugar en un complejo turístico de Costa Teguise y en el aeropuerto César Manrique, han dejado a tres guardias civiles con lesiones de diversa consideración.
En un comunicado, la AEGC ha exigido al Ministerio del Interior que reconozca la Guardia Civil como profesión de riesgo, que se les proporcione una formación más completa y que se dote al cuerpo de pistolas eléctricas paralizantes. Según la asociación, estas medidas son «esenciales» para garantizar la seguridad de los agentes y para que puedan «actuar con proporcionalidad» ante las «continuas agresiones» que sufren.
Agresiones en Costa Teguise y en el aeropuerto de Lanzarote
La primera de las agresiones se produjo en un hotel de Costa Teguise cuando los guardias civiles acudieron a atender un caso de violencia machista a instancias de una mujer inglesa que había sido agredida por su pareja. Al llegar al lugar y ver a su esposa con los agentes, el agresor comenzó a insultarla y a propinar puñetazos en la cara, cabeza y nariz a los guardias civiles. Incluso, intentó meter los dedos en los ojos de uno de ellos, provocándoles lesiones.
La segunda agresión tuvo lugar en el aeropuerto César Manrique de San Bartolomé. Dos turistas en estado de embriaguez se negaron a desalojar un avión a petición del comandante, por lo que se solicitó la presencia de la Guardia Civil. Al intentar que las mujeres depusieran su actitud, una de ellas agredió a los agentes mordiéndoles, arañándoles y dándoles patadas.
La AEGC se personará como acusación y critica la «indiferencia» del Gobierno
La AEGC ha anunciado que se personará como acusación en ambos casos. Además, ha criticado la «indiferencia» que, según ellos, el Gobierno muestra hacia la Guardia Civil, lo que se traduce en una «falta de medios y el poco interés» por su integridad.
La asociación se pregunta por qué, a pesar de lo que ha «sufrido» la Guardia Civil en la lucha contra el terrorismo, todavía tienen que seguir reclamando que se les reconozca como profesión de riesgo.