Los canarios superaron a un rival directo en la lucha por la cima como es el Buducnost Voli Podgorica, que, tras un fulgurante comienzo, terminó diluyéndose ante un equipo amarillo
El Gran Canaria consolida el primer puesto del grupo B de la Eurocopa tras superar a un rival directo en la lucha por la cima como es el Buducnost Voli Podgorica, que, tras un fulgurante comienzo, terminó diluyéndose ante un equipo amarillo que fue de menos a más con el paso de los minutos (84-64).
El acierto del tridente Olek Balcerowski-Ennis-Brussino (42 entre los tres), aderezado con el liderato de Andrew Albicy (7 puntos, 6 asistencias y 16 de valoración) sirvió para tumbar al conjunto montenegrino que se vio hipotecado con los pésimos porcentajes de tiro (36 % en lanzamientos de dos y 38 % en triples).
Los balcánicos salieron más que enchufados, especialmente desde el perímetro, endosando de salida al Gran Canaria un elocuente 0-9 de partida cuando apenas habían transcurrido dos minutos y medio. El tiempo muerto solicitado por el técnico local, Porfi Fisac, tardó en generar reacción. Los amarillos imprimieron una dosis extra de músculo en la zona para cerrar la herida, apurando la versatilidad de Salvó, Balcerowski y Khalifa Diop (16-15).
En el segundo cuarto, el juego se estabilizó e incluso cuando parecía que el Podgorica se pondría de nuevo en vanguardia con el juego de Reed, Cobbs y Perry, el Gran Canaria logró sacar provecho de un más que inspirado Balcerowski, que jalonaba su repertorio con mates, triples y bandejas, forzando un nuevo tiempo muerto visitante (22-17). No obstante, el Buducnost reaccionó a través de la muñeca de un viejo conocido de la afición isleña, en este caso el norteamericano DJ Seely, quien militó en el club claretiano en la campaña 2015-16. El californiano asumió los galones en ataque para darle la vuelta a la tortilla (24-26). Sin embargo, tras la refriega visitante llegó la respuesta insular, a través del argentino Nico Brussino y Artem Pustovyi, que salvaron los muebles antes del descanso (36-33). ç
El Gran Canaria apuró tras la reanudación
En la reanudación, y con el hándicap de las cuatro personales que arrastraba Miquel Salvó, el Gran Canaria tuvo que apurar aún más sus rotaciones ante un rival que no cedía ni un solo ápice en su juego. A la muñeca de Cobbs se unían los también estadounidenses Reed y Seely (45-42), pero un triple de Shurna conjugado con otro lanzamiento exterior de Brussino y una penetración de Ennis obligaron al entrenador visitante, Aleksandar Dzikic, a echar mano de un nuevo paréntesis táctico (53-42).
A partir de ahí, los isleños siguieron incrementando la derrama desde el perímetro, mientras que el Buducnost naufragaba tanto en sus porcentajes como en su intensidad defensiva (62-45). En el último asalto, los pupilos de Fisac trataron de contemporizar y jugar con la ansiedad del rival, alcanzando incluso los 22 puntos de renta en los últimos compases, cerrando Seely la hemorragia con el definitivo 84-64.