La calima trae diferentes nutrientes que ayudan a la exhuberancia del paisaje de Canarias
Informan: Tania Sánchez y Javier Almeida
Aunque parezca mentira, la calima en Canarias, que comenzará su retirada este viernes, tiene su lado bueno.
En cada episodio de calima que sufren las islas se habla siempre de los perjuicios que el polvo en suspensión trae consigo: sobre todo los respiratorios y sanitarios. Sin embargo, el también conocido como ‘siroco’ tiene su lado bueno y es que aporta importantes beneficios para nuestra vegetación.
Reservas de fosfato africano
A poco más de 300 km, en el continente africano, se encuentran las reservas de fosfato más importantes del mundo. Por lo que, la masa de aire que trae consigo la calima también trae diferentes nutrientes ricos en minerales que ayudan a la exhuberancia de nuestro paisaje.
Uno de ellos es el fosfato. Un nutriente que se utiliza, por ejemplo, en los viveros, tras la germinación y que ayuda a que la planta crezca. De ahí, que tras las lluvias nuestra tierra brote enseguida.
La calima en Canarias es un episodios cíclico y regular, que nos acompaña el 20% del año cubriendo la vida de polvo en suspensión.
En cuanto a cantidad de material que viene estamos hablando de 20 toneladas de arena y polvo que llega, por ejemplo, a Gran Canaria cada año. Algo que, además de ayudar a pintar de verde nuestros campos, también hace ‘crecer’ nuestro territorio gracias a la tierra que llega desde el Sáhara.
Así que, aunque parezca increíble, el lado bueno de la calima descansa en las lomas verdes de Canarias.