Inspirado en Versalles, el Minué de La Palma se compuso expresamente para la Semana Grande de las Fiestas Lustrales, uniendo así fervor religioso y aires parisinos
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El Minué es uno de los platos fuertes de la Semana Grande de la Bajada de la Virgen de Las Nieves en La Palma. Une tradición francesa y fervor religioso en una danza y espectáculo únicos en Canarias. Su origen está en los jardines de Versalles y los aires parisinos del Siglo XVIII. Este año se celebra el 8 de julio en Santa Cruz de La Palma, martes de la Semana Grande. Una tradición con 80 años de historia que repasamos a continuación.

Historia del minué
El minué era una antigua danza que nació en Francia a finales del Siglo XVII. Se hizo muy popular en el país, hasta el punto de que el compositor Jean-Baptiste Lully lo introdujo en sus obras, y con ellas, en la corte del rey Luis XIV.
Lully compuso varios minués para la realeza y este fue el origen de las imágenes de parejas ataviadas con pelucas, corpiños y miriñaques bailando esta danza. En España se introdujo la moda en el Siglo XVIII. Uno de los primeros que se conoce es el que se bailó en Madrid con motivo del nacimiento de Luis I (1707-1724), hijo del rey Felipe V y de María Luisa de Saboya.

Una composición de Luis Cobiella Cuevas
¿Y cómo pasó este baile de la corte a las calles de Santa Cruz de La Palma? Pues gracias al encargo que le hicieron al palmero Luis Cobiella Cuevas.
En 1944, Cobiella vivía en Madrid, hasta donde le llegó el encargo de componer la música y el texto de un ballet ambientado en los jardines parisinos y palatinos de Versalles. La idea es que fuese una obra para representarla el miércoles de la Semana Grande de la Bajada de 1945. La idea surgió de Alberto José Fernández García, Argelio Pérez Algarrada, Álvaro Rodríguez Fernández, Celestino Cabrera y Celio Díaz. Eran miembros de la Venerable Hermandad del Rosario de la iglesia de Santo Domingo de Santa Cruz de La Palma y el objetivo era sustituir con ella las primitivas danzas infantiles coreadas.
Nació así el primer minué palmero, que tituló el compositor como ‘Minué, Romanza y Coro’. La composición era un espectáculo de danza, música y vestuario inspirada en la corte de Versalles de Luis XIV.

Primeros Minué
Este primer Minué fue representado en 1945. La disfrutaron en la plaza de Santo Domingo y en un carro que recorrió las calles. Se mostró también en la siguiente cita lustral, en 1950, cuando salió a la calle una enorme carroza que avocaba a los recargados jardines de Versalles. Estaba adornada con grandes arcos de los que pendían arañas con velas.
El segundo Minué es de 1955. Sus creados decidieron hacer algunos ajustes y titularos el espectáculo como Festival del Siglo XVIII. Cobiella lo instrumentó para una orquesta más amplia. Fue representado también en 1960, 1965 y 1975.
En la representación del 9 de julio de 1975 fueron catorce las parejas que representaron la danza bajo los acordes de la orquesta sinfónica de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas.
Otro de sus “Minués” lo compuso en 1980 el mismo Cobiella. Lo tituló ‘Minué de los Aires en Re’. Se representó también en 1985, 1995 y 2000.
El baile
Además de la música, el baile y vestuario son imprescindibles en este espectáculo. Sin duda, este terreno la figura más destacada durante décadas fue la de Maica Lerín, directora del baile. Desde marzo comienzan las parejas a ensayar esta coreografía. Las mujeres lo hacen desde el principio con el miriñaque, de manera que se puedan ir adaptando a la voluminosidad de la estructura.

Este 2025 serán 28 los jóvenes que bailarán el Minué. Son los seleccionados de entre 45 aspirantes quienes, previamente, tuvieron que realizar un taller de formación en técnica y práctica de danza de los pasos esenciales de este espectáculo.
Con el paso de los años, la jornada se ha enriquecido con actos que evocan antiguos homenajes a autoridades. Entre ellos destacan el pregón, el engalanamiento de la calle principal con parejas de jóvenes en balcones, conciertos de cámara y un desfile de milicias históricas. Este último se inspira directamente en la celebración del nombramiento de Juan Massieu y Fierro como coronel y gobernador de las armas de La Palma, en enero de 1789.
En sus sus ochenta años de historia —con ausencias en 1960 y 1970—, la danza ha estado en manos de jóvenes aficionados. La interpretación de la música ha corrido, en gran parte, a cargo de la comunidad local, especialmente en las voces corales, una tradición de fuerte arraigo en la isla. En cambio, la interpretación solista y la parte instrumental han sido asumidas, sobre todo en los últimos años, por músicos profesionales.