El baloncesto 3×3, modalidad que cumple dos años en los Juegos Olímpicos, es un deporte urbano nacido en EEUU en los 50. Las españolas, debutando, han logrado llevarse la plata
La selección femenina española de baloncesto 3×3 perdió este lunes la final olímpica en París ante Alemania (16-17), pero dio a España su novena medalla en estos Juegos, la tercera de plata hasta el momento.
A pesar de la derrota, Vega Gimeno, Sandra Ygueravide, Gracia Alonso de Armiño y Juana Camilión -nombres desconocidos para el gran público hasta hace unas semanas- se han ganado a pulso convertirse en cuatro de los rostros españoles de estos Juegos.
Han dado a su país la plata ante la presencia del rey Felipe VI y de Pau Gasol, cuando casi nadie lo esperaba al inicio del torneo, y han divulgado la modalidad del 3×3, que cumple sus segundos Juegos tras los de Tokio, en los que España no estuvo.
El cuarteto ha llegado adonde solo ellas creían: hasta la final. E incluso destronando en las semifinales a las campeonas olímpicas, Estados Unidos, ganando a potencias como Canadá y sometiendo a Francia, la selección local.
Desde uno de los lugares más solemnes de París, en la plaza de La Concordia de París, a dos pasos del obelisco de Lúxor, el estadio efímero allí montado ha vibrado con la intensidad defensiva, la garra y la calidad de Ygueravide.
El «toque» Ygueravide
En la decisión ante Alemania, que ha realizado un torneo prácticamente sin derrotas, a España le faltó precisamente ese último toque de calidad (un solo punto). La jugadora había sido decisiva en los anteriores choques, como en el tiro libre contra Estados Unidos o el tiro exterior ante Canadá, ambos definidos en la prórroga.
Hoy brillaron más sus compañeras, sobre todo la benjamina, Camilion, de 25 años. La hispano-argentina fue la mejor anotadora, con seis puntos.
Las alemanas comenzaron bien, poniéndose en un parcial de 3-0, pero rápido las españolas dieron la vuelta, hasta llegar a una diferencia de cuatro puntos pasado el ecuador del partido (5 minutos).
Sin embargo, las teutonas, además de disponer de su estrenadora Sonja Greinacher (5 puntos), contaban con una muchacha de 20 años que reventó el partido en el último tercio, Elisa Mevius, cuyas incursiones hicieron mucho daño al sistema defensivo español.
El último minuto, Greinacher se remangó las mangas y puso a Alemania en ventaja que conservó hasta el final porque Alonso de Armiño no logró obrar el milagro como hizo en el partido decisivo para entrar en los Juegos de París, con una canasta de espaldas.
En esta edición, el baloncesto 3×3 ha vivido su segunda experiencia olímpica tras Tokio.
Se trata de un deporte urbano nacido en los años 50 en las barriadas de Estados Unidos que requiere gran intensidad física en un tiempo de juego total de 10 minutos (a menos que alguno de los equipos llegue antes a 21 puntos), sobre una cancha de 15 metros de ancho por 11 de largo.
En Los Ángeles 2028, volverá a formar parte de las pruebas olímpicas.