El primer fragmento del barco fenicio conocido como Mazarrón II sale del agua 2.600 años después de su hundimiento
Comienza la extracción de la embarcación de época fenicia, conocida como Mazarrón II, de unos 2.600 años de antigüedad, hundida en la costa del municipio murciano de Mazarrón a unos dos metros de profundidad. Los trabajos se distribuyen en una compleja operación que se prolongará hasta la primera semana de noviembre, durante un total de 44 jornadas de trabajo sobre el agua.
Un equipo de 15 profesionales ha sacado este viernes la primera de las 20 piezas en las que se ha dividido el pecio para poder llevar a cabo los trabajos, aprovechando las fisuras y fracturas que ya presentaba la madera, que data de entre el año 610 y el 580 antes de Cristo.
La pieza extraída, de unos 72 centímetros de largo por 26 de ancho, ha explicado el arqueólogo responsable del proyecto, Carlos de Juan, es la más pequeña de las que conforman la nave y, por tanto, la más sencilla de extraer.
Un nuevo sistema de extracción
Se ubica en la proa a estribor y ha sido extraída en una «cama» de fibra de carbono fabricada in situ, en el fondo del mar, por los buceadores especializados. En esa lámina de fibra la han apoyado para poder manipularla en posición horizontal, la más segura para evitar el deterioro de la madera arqueológica, y sacarla del mar.
Este sistema forma parte de una prueba piloto y se empleará con otra serie de fragmentos de los que no se conoce la forma de la cara exterior porque están apoyados en la arena, por lo que las piezas deben fabricarse en el momento y sobre la marcha.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con la pieza que forma la quilla, la de mayor tamaño (unos 3,3 metros de largo por 70 centímetros de ancho), y que será la última en sacarse del agua.
Esos trabajos, ha indicado De Juan, está previsto que se prolonguen durante unas siete jornadas, mientras que otras piezas más sencillas, como la extraída este viernes, se pueden extraer en cuestión de horas.
Las piezas deberán mantenerse húmedas
Para las piezas de las que sí se conoce la forma de su cara exterior, la extracción se va a hacer en camas ya prefabricadas.
Tras esta primera porción, los arqueólogos procederán a extraer las cuadernas, piezas de madera trasversales que forman el esqueleto del barco, antes de proceder con el resto de porciones.
Una vez sacadas del agua, es imprescindible que las piezas no pierdan la posición horizontal y también que no se sequen, por lo que serán trasladadas al laboratorio del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), en Cartagena, o bien sumergidas en cubetas, como en caso del fragmento extraído, o bien envueltas en un film plástico para preservar la humedad.
El trabajo de tratamiento y consolidación en el laboratorio se prolongará al menos durante los próximos cuatro años, ha explicado el experto.
Este barco fenicio, denominado “Mazarrón II”, se localizó a unos 50 metros de la playa de La Isla, en la localidad de Puerto de Mazarrón, en 1995, durante los trabajos de investigación sobre otro pecio hundido de la misma época, el “Mazarrón I”.
Mazarrón II
Este último se conservaba solo parcialmente, se extrajo del mar y se expone en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), en Cartagena, mientras que el “Mazarrón II”, que se conservaba prácticamente completo y con todo su cargamento a bordo (más de dos toneladas de mineral de plomo, un ánfora, un molino de mano y su ancla de plomo y madera, entre otros efectos), ha permanecido hasta ahora en su yacimiento original.
En el año 2000, una vez extraído su cargamento, que también se expone en el museo nacional, se optó por protegerlo en el fondo del mar con una caja metálica.
Sin embargo, en los últimos años, la caja ha comenzado a hundirse en la arena a mayor velocidad de lo que lo hace la barca, por lo que en 2021 la comunidad autónoma y el Ministerio de Cultura consensuaron la necesidad de extraer el pecio para garantizar su protección. Una decisión que la UNESCO corroboró en mayo de 2022 durante unas jornadas de expertos celebradas en Cartagena.