El acusado era ayudante de disciplina del formador desde el curso 2014 al 2017
La Fiscalía ha pedido a la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife penas que suman 18 años de cárcel para un estudiante de sacerdocio en La Laguna por el presunto abuso sexual de tres menores de edad entre los cursos que van desde 2014 hasta 2017, en un juicio que ha quedado visto para sentencia.
El acusado, que fue expulsado del seminario, donde era ayudante de disciplina del formador durante los cursos 2014-2015, 2015-2016, 2016-2017, negó los hechos durante la sesión de juicio oral.
Según el relato de la Fiscalía, durante el primer curso, invitó a su dormitorio a un menor de edad, que tenía 13 años, y de quién presuntamente abusó en varias ocasiones.
Como consecuencia de esos hechos el menor presentó sentimientos de culpabilidad así como sintomatología ansiosa y depresiva relevante, por lo que precisó de terapia psicológica, se indica en las conclusiones de la Fiscalía, que pide nueve años de prisión por este supuesto delito.
Además, el procesado entre 2016 y 2017 abusó al parecer de otro menor también de 13 años que estudiaba en el seminario y al que, según la Fiscalía, le dijo que era normal tener prácticas sexuales en la comunidad, que en el Evangelio había cosas de la homosexualidad que no la atacaban, sino que la defendían, y que la practica homosexual era normal y buena.
Según se señala en las conclusiones de la Fiscalía, en octubre de 2017, cuando el menor tenía 14 años y con ocasión de unas fiestas de la parroquia de su barrio, el procesado realizó caricias en la espalda del menor y, al regreso, le preguntó si quería darle un beso.
Como quiera que le besó en la mejilla, el procesado le dijo «yo lo preferiría en otro sitio», interpretando el menor, habida cuenta de la conducta del investigado, que le estaba proponiendo sexo oral, y a partir de ese día el menor recibió mensajes a través de notas dentro de un libro, en mano o por debajo de la puerta, preguntándole si quería mantener sexo oral con él, a lo que el menor siempre se negó.
El procesado hizo, según la Fiscalía, otros intentos, incluyendo en el envío de una foto de sus genitales, pero fue rechazado por este menor. Por este delito la Fiscalía pide cinco años de prisión.
Y en fecha no determinada otro menor de edad que se quedó en la habitación porque estaba enfermo, el ahora procesado fue a visitarlo y «guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales», según la acusación, «tocó hasta en tres ocasiones la zona genital del menor, siempre por encima de la ropa». Por estas actuaciones, la Fiscalía pide 4 años de prisión, según su escrito de cargos.
Como consecuencia de estos hechos, se siguió un procedimiento canónico que concluyó con la expulsión del ahora procesado.
La Fiscalía dice que los hechos son constitutivos de un delito continuado contra la libertad sexual y además de la pena de prisión pide en cada caso la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la prohibición de aproximarse al domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro que frecuente cada uno de los menores en un radio de 500 metros.
Igualmente reclama la medida de libertad vigilada por un tiempo de ocho años para su ejecución con posterioridad a la pena privativa de libertad, así como la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, por un tiempo de cuatro años superior al de la duración de la pena privativa de libertad.
Y también pide que el procesado indemnice con 40.000 euros a uno de los menores, con 15.000 euros al segundo y con 10.000 euros al tercero por los daños morales causados y secuelas generadas en los mismos.