Los países pertenecientes al G7 consideran que el control ruso de la central de Zaporiyia «pone en riesgo la región»
Los países del G7, que aglutina a algunas de las principales potencias mundiales, han reclamado este miércoles que las fuerzas rusas se retiren «inmediatamente» de la central nuclear de Zaporiyia. Se trata de la la mayor central de Europa, y consideran que el control ruso de esta planta «pone en riesgo la región».
Los ministros de Exteriores de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, así como el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, afirman que tanto la central como otras zonas ocupadas por las fuerzas rusas deben volver a su «legítimo» propietario, Ucrania.
En el caso de instalaciones de Zaporiyia, escenario incluso de bombardeos, las potencias creen que ha aumentado «significativamente» el riesgo de que se produzca un accidente atómico. Pondría en peligro no sólo a la población ucraniana, sino también a la de los países vecinos e incluso al conjunto de la comunidad internacional.
Los ministros han aprovechado también para expresar su apoyo al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). Un organismo igualmente preocupado por la situación de las centrales ucranianas. En este sentido, han pedido el envío de una misión de expertos que permita descartar cualquier riesgo derivado de la reciente escalada de tensiones.
«El personal del OIEA debe poder acceder a todas las instalaciones nucleares de Ucrania de forma segura y sin impedimentos. Así, contactará directamente y sin interferencias con el personal ucraniano responsable de operar estas instalaciones», han reclamado los países firmantes.