La Guardia Civil y la Agencia Tributaria desarticulan una organización criminal coordinada por la EUROPOL y en colaboración con la administración para el control de drogas estadounidense, DEA
La Guardia Civil ha detenido a 34 personas pertenecientes a un grupo criminal dedicado al narcotráfico. Un empresario tinerfeño era el cabecilla de la organización con ramificaciones en diferentes puntos de la geografía española.


El cuerpo armado ha llevado a cabo esta operación en colaboración con la Agencia Tributaria y coordinados por la EUROPOL, a través del Centro de Inteligencia Criminal. En esta operación también han participado las autoridades estadounidenses, con el grupo especial de estupefacientes, la DEA.
Hasta 40 registros se han realizado en varios inmuebles con la incautación de armas de fuego modificadas, más de 600.000 euros en efectivo, 16 vehículos y cinco embarcaciones. Han intervenido más de dos toneladas de cocaína con el fin de ser distribuidas en todo el país y en el extranjero.
Investigación
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, UCO, y la Agencia Tributaria comenzaron la investigación hace dos años en colaboración de la DEA y la Policía Judicial de Cabo Verde. Las principales actuaciones se han desarrollado en las islas de Tenerife, La Gomera, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, Madrid, Barcelona, Pontevedra, A Coruña y Málaga.
Las sospechas surgieron al investigar a un empresario tinerfeño de 42 años, relacionado con los sectores del ocio nocturno, la restauración y la construcción principalmente. Además, tenía empresas en el extranjero, utilizadas, para introducir importantes remesas de estupefacientes a nivel regional, nacional e internacional.
Al parecer, utilizaba barcos nodriza para introducir la droga y negociaba directamente la entrega de notorias cantidades de cocaína desde barcos nodriza procedente de Sudamérica, a otras embarcaciones por él gestionadas. Después, la principal vía de entrada eran las Islas Canarias.
Principales incautaciones
Los investigadores incautaron dos remesas de notoria relevancia con destino a Santa Cruz de Tenerife, una de ellas de 500 kilogramos de cocaína en enero de 2024, en una embarcación que la había transbordado previamente desde un buque procedente del continente sudamericano, y posteriormente, en el mes de noviembre del mismo año, otra de 1.600 kilogramos de la misma sustancia.
En este segundo caso, el cabecilla de esta organización criminal, había dispuesto un barco pesquero en Guinea Bissau, junto a un socio afincado en Galicia, con la intención de abastecerse de la droga de la misma manera, aprovechando la conocida “ruta africana de la cocaína”.
Esta persona contaba con infraestructura marítima y terrestre en otras islas del archipiélago, empleadas para recibir importantes cantidades de hachís procedente de Marruecos, las cuales eran enviadas a Reino Unido. También, comprobaron que se reunía con personas de nacionalidad británica en la Costa del Sol, relacionadas con el tráfico de drogas en ese país.

Blanqueo de capitales
La investigación económica ha permitido conocer que el principal responsable de la organización había construido un entramado societario para el blanqueo. Para ello, invertía en distintos sectores económicos, a través de empresas nacionales y extranjeras.
También estaba vinculado con sociedades pesqueras y otros activos ocultos a terceros. En este sentido, utilizaba una empresa de alquiler de vehículos para blanquear los beneficios obtenidos en el tráfico de drogas.
El pasado mes de abril, se intervinieron 66 kilogramos de cocaína que se pretendían introducir en Tenerife mediante un vehículo de esta empresa.
Laboratorio en Tenerife
En esta operación localizaron un laboratorio de procesado y corte de cocaína en una finca de El Escobonal, en la isla de Tenerife, donde almacenaban gran cantidad de productos químicos. En el lugar encontraron utensilios necesarios para el procesado y adulteración de la cocaína.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción nº3 de Santa Cruz de Tenerife, y llevada a cabo por la Unidad Central Operativa (Equipo Contra el Crimen Organizado, ECO Canarias) y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.
Otros miembros de la organización
Según fuentes del cuerpo armado, el grupo criminal utilizaba algunas personas con formación militar, para hacerse con activos de distinta índole. Llegaron incluso, a un tercero en el sur de la Isla de Tenerife, para apropiarse de unos terrenos en el municipio de Candelaria.
Por otro lado, adquirían armas de fuego ilegales en la península, mientras impartían formación militar a otros integrantes del grupo.