Greenpeace se suma a la cadena humana contra las jaulas marinas en Telde

La protesta exige retirar las instalaciones de acuicultura frente a Melenara y reclama un cambio de modelo productivo

Greenpeace participará este sábado en la cadena humana convocada en el Paseo de Salinetas, en Telde, a las 11:00 horas. La acción, impulsada por la Plataforma por un Litoral Limpio, reclama la retirada de las jaulas marinas de acuicultura situadas a unos 350 metros de la playa de Melenara.

Greenpeace se suma a la cadena humana contra las jaulas marinas en Telde
Greenpeace se suma a la cadena humana contra las jaulas marinas en Telde | Greenpeace

Según recuerda la organización, las jaulas se encuentran en un área prohibida por el Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura de Canarias, PROAC. Greenpeace instalará además una mesa informativa para recoger firmas contra la acuicultura industrial en Canarias.

Críticas a la falta de respuestas

“Esta situación es insostenible, por lo que reclamamos el desmantelamiento inmediato de las jaulas y que se lleve a cabo un análisis riguroso sobre las causas del problema y exista transparencia en la información. Es más urgente que nunca una apuesta real de las autoridades competentes por modelos de acuicultura sostenible”, ha señalado Irene Sánchez Lasso, portavoz de Greenpeace en Canarias.

La organización denuncia igualmente la ausencia de coordinación institucional y la falta de información clara desde el inicio del episodio contaminante.

Playas afectadas

El problema comenzó a mediados de octubre con manchas aceitosas, peces muertos y mal olor en las playas de Salinetas y Melenara. La situación derivó en el cierre de varias playas a partir del 5 de diciembre en Telde, Mogán, Agüimes y San Bartolomé de Tirajana.

En noviembre, 15 playas del este y sur de Gran Canaria registraron afecciones. La más alejada fue la playa de Mogán, a 50 kilómetros.

Muerte masiva de peces

La causa principal fue la muerte del 40 % de las lubinas de una explotación de Aquanaria, unas 2.500 toneladas según la empresa. Aquanaria atribuyó el episodio a un vertido industrial procedente de un emisario cercano, una versión que la comunidad científica cuestiona. Expertos apuntan a un colapso interno por acumulación de materia orgánica, falta de oxígeno y estrés de los peces.

Greenpeace advierte que la acuicultura industrial concentra demasiados peces en jaulas, llevando al sistema a su límite. El aumento de la temperatura del océano y la reducción del oxígeno en el agua elevan el riesgo de nuevos episodios similares. La organización recuerda casos documentados en países como Noruega o Chile, donde se produjeron colapsos comparables.

Alternativas sostenibles

Frente a este modelo, Greenpeace defiende la pesca artesanal, la acuicultura de bajo impacto y el desarrollo del sector de las algas. Instituciones canarias participan en proyectos europeos de biotecnología marina, como ALGASAL+, SEAWEED u Ocean Gardens. En Gran Canaria se prevé además una granja piloto de algas de 40.000 metros cuadrados, dentro de un proyecto europeo.

Greenpeace alerta sobre el proyecto de Gran Canaria Bass Company en la costa de La Aldea, aún pendiente de evaluación ambiental. La instalación proyecta una producción anual de 5.400 toneladas de lubina cerca de espacios naturales protegidos.

“¿Qué impacto tendría un suceso semejante al ocurrido en la granja marina de Melenara sobre la valiosa biodiversidad de la zona, o sobre la pesca artesanal que se practica en esa costa, o sobre la vida cotidiana de los vecinos y vecinas de La Aldea? La respuesta es evidente, sería demoledor”, ha concluido Sánchez Lasso.

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