En su declaración ante la Audiencia Nacional ha asegurado que sus mandos en la Policía le pidieron quitar nombres de responsables políticos del Partido Popular de sus informes, entre ellos el del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy
El inspector Manuel Morocho, en su relato sobre las presiones que sufrió cuando investigaba Gürtel y la caja b del PP, describió un clima de desconfianza con sus superiores que llegó hasta el punto de que su unidad tuvo que tomar medidas «de seguridad interna» respecto a ciertas diligencias. Como ocultar el «registro» en la sede del PP.
Morocho adoptó medidas de seguridad en su trabajo, en sus desplazamientos y en los equipos informáticos que empleaba «ante el riesgo evidente» de que, de haberse conocido esas diligencias, estas habrían sido nulas». «Sin resultado alguno» y eso «lo sabía también el juez» instructor. Según aseguró en la declaración que comenzó a prestar como testigo el pasado martes ante el juez del caso Kitchen, y que se retoma este viernes.
Las presiones «de toda la cadena de mando» fueron constantes, aumentaron cuando rechazó un puesto en Lisboa en junio de 2013, poco antes de ponerse en marcha la operación Kitchen, y le llegaron a «conminar» a que en sus informes no pusiera nombres «de ningún responsable político». Señalándole específicamente el del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Según consta en el audio de su declaración al que ha tenido acceso Efe.
De esta forma, según explicó, en el cuerpo de ese informe solo constaba que había personas vinculadas a la formación política, pero no le dejaron poner las que aparecían como beneficiarias de fondos de esa contabilidad b.
La presiones hacia él, según relató, se recrudecieron «exponencialmente» cuando se publicaron los papeles de Bárcenas y el juez instructor de Gürtel se declaró competente para investigarlos y acordó que los informes al respecto los elaborara su unidad. Debido a que Morocho le dijo al magistrado que si no concretaba la adscripción no le darían la investigación.
Fue con la entrada en prisión provisional de Bárcenas cuando las preguntas de sus superiores fueron ya constantes, añadió y explicó que lo que querían saber era si el extesorero tendría recibís de Rajoy, de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría o de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, imputada en Kitchen y citada para el día 29.
Ya en el primer análisis que hizo en relación a la contratación pública de empresas que figuraban en los papeles, su jefe de unidad Manuel Vázquez le dijo que se había «equivocado» y que tenía que decirle al juez que había que cambiarlo.
El «error», según Morocho, fue que puso el nombre de Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal
Tras verificar si estaba todo bien, se lo contó al juez y este le dijo que no se cambiaba nada. Si bien matizó que tuvo que modificar el nombre de la empresa porque la que constaba en el informe no se correspondía con la fecha de los dos apuntes que se le atribuyeron.
En ese momento, continuó Morocho, al jefe de sección Miguel Ángel Cuevas se le «escapó» que López del Hierro era amigo del excomisario José Villarejo «y ya sabes que Olivera…», indicó que le dijo este, dejándolo «en puntos suspensivos», con respecto al exjefe de la UDEF José Luis Olivera.
Olivera ha sido citado como imputado el lunes 28 de junio tras señalarle Morocho como la persona a la que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz encomendó la tarea de apartarle de la investigación ofreciéndole un puesto primero en Lisboa o en cualquier embajada, incluso en la ONU.
Respecto a la mayoría de los informes aseguró que le dieron indicaciones para «capar» algunos datos, que, según precisó, solo aparecen en los anexos. Puso como ejemplo que le hicieron quitar el nombre de Cospedal de la relación de apoderados de la cuenta desde la que se pagaron las certificaciones de la obra del PP y en la que figuraba junto a Bárcenas y el extesorero ya fallecido Álvaro Lapuerta.