La Guardia Civil constató que la cantidad de pescado capturado superaba ampliamente los 5 kilos permitidos por persona
La Guardia Civil del Destacamento Marítimo de Fuerteventura intervino el pasado 15 de octubre 100 kilos de pescado en una embarcación deportiva, de 12 metros de eslora, a cuatro personas que acababan de realizar una jornada de pesca recreativa, en Puerto Calero, en Lanzarote. Según recoge la Ley 17/2003, de 10 de abril, de Pesca de Canarias sólo se pueden pescar 5 kilos de pescado por persona.
La Guardia Civil tuvo conocimientos de los hechos gracias a la colaboración ciudadana y pescadores de la zona que alertaron que la citada embarcación llevaba «dos días pescando y era probable que presentara un exceso de capturas», por lo que se estableció un dispositivo de localización, contando con la colaboración de diferentes instituciones, a través de sus servicios de guardapescas.
Aunque disponían de la documentación reglamentaria en vigor para ejercer la actividad, los agentes constataron que la cantidad de pescado capturado superaba ampliamente los límites permitidos.
El pesaje, que se realizó en la cofradía de pescadores del puerto de La Tiñosa, en Puerto del Carmen, sumó la totalidad de la pesca 100 kilogramos, cumpliendo todo el pescado capturado con la talla mínima reglamentaria y habiendo gran variedad de especies como samas, samas roqueras, bocinegros, burro, pejeperro, bicudas, sargos y gallo moruno.
Posteriormente, se procedió a la destrucción del pescado por haberse roto la cadena de frio ya que las neveras en las que se encontraba, carecían de la cantidad de hielo suficiente o sistema de refrigeración.
Aumento de la pesca furtiva
El aumento del furtivismo marino ha llevado al Servicio Marítimo de la Guardia Civil a intensificar sus labores de vigilancia y control en aguas próximas al litoral majorero, especialmente durante esta época de calmas, en la que las condiciones del mar facilitan la pesca ilegal.
Entre las actuaciones más recientes destaca la incautación de 49 kilos de pulpo y 25 kilos de lapas que estaban a punto de ser vendidos a un restaurante de la localidad de Corralejo.
La Guardia Civil recuerdan que la infracción no recae únicamente sobre los pescadores furtivos, sino, también, sobre aquellos establecimientos o particulares que adquieren o comercializan productos obtenidos de forma ilegal.


