El Seprona investiga a esta persona por un delito contra la flora, al talar sin permiso un drago canario
La Guardia Civil investiga a una persona por la tala sin autorización de un ejemplar de Drago Canario (Dracaena draco) de más de 50 años. Estaba ubicado en la zona de La Vega, en el municipio grancanario de Gáldar. Los hechos, que suponen un grave atentado contra el patrimonio natural de Canarias, están siendo instruidos como un posible delito contra la flora.

50 años y con buena salud
El pasado 17 de junio, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) se desplazaron hasta una finca rústica de protección agraria intensiva (S.R.P.A.I-5). Allí encontraron el tronco de un drago cortado en varios fragmentos, con hojas y restos vegetales esparcidos en el entorno. Solo la base del tronco seguía anclada a la tierra.
Aunque no se pudo determinar con exactitud la altura del árbol, los restos permitieron estimar que el ejemplar tenía aproximadamente cuatro metros de altura. Debía tener una copa frondosa y un diámetro basal de unos 60 centímetros. Se trataba de un ejemplar maduro y en buen estado de conservación, cuya edad rondaría el medio siglo.

Actuación del inquilino
La investigación permitió localizar al propietario de la finca, quien se enteró de lo ocurrido a través de redes sociales. Según declaró, el drago tenía un gran valor simbólico y familiar, y no comprendía el motivo de la tala, ya que en esa zona no era posible plantar cultivos. La finca había sido arrendada hace unos trece años a una persona, presunta autora de los hechos, quien reconoció no tener ningún tipo de permiso para talar el árbol.

Especie protegida
El Drago Canario es una especie protegida por varias normativas, tanto nacionales como europeas. Aparece en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011) como especie de interés especial, en el Catálogo Canario de Especies Protegidas (Ley 4/2010) con categoría de protección especial, y en el Anexo IV de la Directiva Hábitats (92/43/CEE), que prohíbe expresamente su destrucción.
La Guardia Civil recuerda que este tipo de hechos está recogido en el artículo 334 del Código Penal, relativo a los delitos contra la flora y la fauna. Por ello, se ha abierto una investigación por un presunto delito contra el medio ambiente. Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de guardia de Santa María de Guía.

Desde la Guardia Civil subrayan que este acto supone una pérdida irreversible para la biodiversidad. Reafirman su compromiso con la protección del medio natural de Canarias.
