Un estudio de la Universidad de La Lagua constata que las olas de calor han estado vinculadas a la historia de las islas

El estudio de la Universidad de La Laguna, ULL, liderado por la investigadora, Margarita Jambrinade, desvela que la calima ha esta vinculada a la historia ambiental de las Islas Canarias.
La investigación paleoclimática ha desvelado que el polvo sahariano ha estado en las islas durante milenios. La calima ha dejado una profunda huella en el subsuelo canario, ofreciendo una perspectiva única sobre su frecuencia e intensidad a lo largo del tiempo.
Los registros sedimentarios de antiguos lagos y humedales han sido la base para identificar olas de calor, lluvias torrenciales y la calima.
Departamento de Biología Animal
Jambrina, profesora del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la ULL, describe que se trata de bucear en los registros sedimentarios de antiguos lagos y humedales de Tenerife, La Palma y La Gomera.
Estos «archivos naturales» del clima, como los llama la investigadora, se analizan capa a capa desentrañando la historia ambiental de las islas «con una precisión asombrosa» pues con estos datos se pueden calibrar y validar los modelos climáticos actuales.
En este sentido, asegura «cuantos más datos tengamos sobre la variabilidad natural del clima, mejor podremos distinguir entre los cambios inducidos por el ser humano y los procesos naturales».
Añade que se desea determinar si las calimas han ocurrido en el pasado, con qué frecuencia, intensidad y duración», y para ello los análisis geoquímicos, mineralógicos y sedimentológicos son clave en este proceso.
Por ejemplo, detalla la investigadora, los cambios en la mineralogía de los sedimentos pueden indicar un aporte significativo de polvo sahariano, diferenciándolo de otros orígenes.
Primeros resultados
Estos primeros análisis apuntan a que en el Holoceno ya había rastros de la calima. Un periodo geológico que abarca los últimos 12.000 años.
Así, durante el periodo denominado Norgripiense, entre hace 8.000 y 4.000 años, las condiciones de aridez que se fueron instaurando en la región favorecieron un aumento en la frecuencia e intensidad de estos eventos.
En esa época «el Sáhara estaba verde, con vegetación y ríos y eso reducía la emisión de polvo, pero cuando terminó ese período y la región se volvió más árida, la calima se intensificó», describe Jambrina.
Esto sugiere que la presencia de la calima en Canarias está intrínsecamente ligada a las dinámicas climáticas del norte de África, particularmente a la desertificación del Sáhara.
En Canarias, este tipo de investigaciones está permitiendo reconstruir cómo fueron las condiciones climáticas del pasado reciente a partir de registros sedimentarios.

Estudio de los depósitos sedimentarios
Los investigadores estudian depósitos en lagos y rellenos sedimentarios en antiguas cuencas de Tenerife, La Palma y La Gomera.
Aunque en el pasado geológico del planeta han existido concentraciones de CO₂ incluso superiores a las actuales, los ritmos de cambio eran radicalmente distintos y, según explican los investigadores desde el ámbito de la paleoclimatología, el ritmo de incremento de dióxido de carbono actual no tiene parangón en los últimos dos millones de años.
Margarita Jambrina precisa al respecto que aunque hace 70 millones de años hubo niveles de CO₂ más altos, la configuración de los continentes era distinta, pues la circulación oceánica, conocida como termohalina, no funcionaba como ahora y solo desde hace unos dos millones de años «podemos comparar sistemas similares a los actuales, y dentro de ese marco, la rapidez del cambio actual no tiene precedentes».
Estudios que ayudarán a saber el comportamiento del clima en el futuro.