Las tres islas mantienen aviso de la Aemet por reducción de la visibilidad. Sanidad recomienda a las personas sensibles tomar precauciones
La AEMET mantiene en aviso a Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura por la llegada de calima y la consiguiente reducción de visibilidad.
Sanidad en Canarias ha recomendado a las personas más sensibles tomar precauciones puesto que las concentraciones de polvo puede sobrepasar los 100 microgramos por metro cúbico de aire. Esto mantendría la calidad del aire con calificación entre «muy desfavorable» y «extremadamente desfavorable».
Este lunes, las islas más afectadas están siendo Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. Un ejemplo de ello es que en el Aeropuerto de Lanzarote, aunque es variable, la visibilidad está a 4 kilómetros, mientras que ayer domingo se rebajó a 1.600 metros.
En Fuerteventura la visibilidad es de 2,5 kilómetros en su aeropuerto, mientras que en Gando, en Gran Canaria está a 4,5 kilómetros. El resto de aeropuertos de las islas no están sufriendo mermas en la visibilidad y mantienen su operatividad de forma habitual.
Según la paleta de colores, en lila o malva está la peor calidad del aire, extremadamente desfavorable. El dato más elevado lo tenemos en Lanzarote con 966 microgramos por metro cúbico de aire. Le siguen Fuerteventura, con 655 y Gran Canaria con 462.
El polvo en suspensión se percibe también en la costa este y sur de Tenerife, aunque en esta isla ya la concentración baja a 168 microgramos por metro cúbico. En el norte de Tenerife la presencia de calima ya no es tan significativa y en La Gomera, La Palma y El Hierro la calidad del aire es buena, con entre 0 y 20 micropartículas por metro cúbico,
Precaución para las personas más sensibles
La Consejería de Sanidad de Canarias ante la presencia de calima ha recomendado a la población tomar precauciones. Precauciones como evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias. Tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio. Por lo tanto, se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios -como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas. También realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos. Igualmente es importante mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse igual que no realizar ejercicios físicos en el exterior.