Esta especie invasora fue usada en el siglo XVIII se empleaba para conseguir colorantes naturales
La cochinilla silvestre o cochinilla basta del carmín llegó a La Gomera. Desde que se detectase hace 15 años se ha propagado, a excepción de El Hierro, por el resto el de las islas.

El primer caso se encontraba en La Palma, en 2010. Se trata de una plaga invasora que se asienta en las palas de las tuneras. Es un organismo nocivo que cuando se instala en la planta produce clorosis y necrosis en las palas y frutos, hasta el punto de producir la muerte de estas tuneras.
Esta especie solo necesita zonas que garanticen su sustento y que las condiciones ambientales sean optimas para propagarse. A partir de los 27 grados, este tipo de cochinilla encuentra la situación optima para poder reproducirse.
Desde 2023, el Gobierno de Canarias estableció esta especie de cochinilla como plaga tunera y estableció medidas fitosanitarias para su control.

Usada de colorante en el siglo XVIII
Durante el siglo XVII, la cochinilla era usada para obtener colorante rojizo. Sin embargo, la cochinilla silvestre o cochinilla basta del carmín no se debe confundir con la cochinilla que se empleaba para obtener el carmín.
Mientras la primera presenta una forma achatada y menor tamaño y puede provocar la destrucción de la tunera, la segunda es globosa, más grande y convive con la planta.