Todo, una vez que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas hayan decidido que solo se administrará a personas mayores de 60 años
La Comisión de Salud Pública se reúne este jueves para analizar las cuestiones que quedan pendientes sobre la vacunación con AstraZeneca.
Todo, una vez que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas hayan decidido que solo se administrará a personas mayores de 60 años.
Entre estas cuestiones figura si este suero, en cambio, se amplía al grupo de población de entre 65 y 69 años.
Al igual que la decisión que se toma respecto de las segundas dosis, que deberían comenzarse a administrar en un par de semanas.
La farmacéutica recomienza la pauta completa 10 semanas después del primer pinchazo.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, no ha descartado que a las personas de 18 a 59 años que han sido vacunadas con la primera dosis de AstraZeneca se les administre el suero de otra farmacéutica, o ninguno.
Las propuestas de la Comisión de Salud Pública serán elevadas al Consejo Interterritorial para su aprobación en este órgano de gestión de la pandemia.
Hasta ahora, las personas mayores de 65 años eran inmunizadas con las dosis de Pfizer y de Moderna.
A la espera de la llegada de la vacuna de Janssen, destinada también a los más mayores y que solo precisa de un pinchazo.
Más de dos millones de españoles han sido ya vacunados con este suero, en una campaña que empezó la segunda semana de febrero.
Se trata del colectivo de personas de entre 18 y 55 años de servicios de emergencia, policías, docentes o personal sociosanitario, pues este era el rango de edad para el que estaba recomendada.
Posteriormente, este rango de edad se amplió hasta los 65 años.
Así, la campaña de vacunación con AstraZeneca se aceleró hasta superar a día de hoy la media de 70.000 sueros diarios.
Tras Pfizer, AstraZeneca es el suero más inoculado en España, de manera que de las 9,3 millones de dosis de las tres vacunas autorizadas que las comunidades han inyectado, algo más de 2,1 millones corresponden a esta farmacéutica.
Sin embargo, la campaña de vacunación con la profilaxis anglo-sueca ha discurrido con luces y sombras.
En unas ocasiones por la falta de dosis suministradas por la empresa -con sonados enfrentamientos con la Unión Europea-, y en otras por la alarma generada tras la aparición de casos de trombosis en varios países europeos.