La inflación y la pandemia han dejado unas 140 obras declaradas desiertas en Canarias, según informa la patronal de la construcción, que pide a las administraciones que saquen las licitaciones con precios actualizados a los del mercado para evitar que se cronifique esta situación
La construcción sigue siendo un importante motor económico en Canarias pero no escapa a las coyunturas. Por ello, algunas obras adelantaron los plazos de compra de materiales y, para cumplir los plazos, se trabaja con una previsión que encarece el proceso. A ello se suma el propio encarecimiento de las materias primas como aluminio, acero, madera y cementos.
El sector no ha parado aunque algunos profesionales admiten una reducción del número de proyectos y la escasez de mano de obra cualificada.
La construcción en el ámbito público permite más revisiones y ya hay obras que se han ralentizado con la esperanza de que el mercado estabilice sus precios.