El Parlamento Europeo denunciará este jueves la situación en Cuba tras las protestas del pasado mes de julio. El debate la Eurocámara lo afronta dividido. Están quienes critican el diálogo de la Unión Europea con La Habana y quienes consideran que la iniciativa es fundamental para influir en la isla
La Eurocámara denunciará la situación de Cuba y las relaciones con Cuba volverán a evidenciar un nuevo choque entre los grupos europeos. Aunque prácticamente todo el arco parlamentario censura la situación de los Derechos Humanos en la isla, la ‘hoja de ruta’ para populares, liberales y conservadores es la opuesta a la planteada por socialistas y verdes.
El texto pactado por la derecha, que cuenta con la mayoría en el Parlamento Europeo, exige sanciones lo antes posible contra Cuba en el margen del régimen por violaciones de Derechos Humanos, así como que la UE trate con carácter de urgencia la comisión conjunta del diálogo para abordar estos casos.
Los grupos conservadores son críticos con el Diálogo Político y de Cooperación con La Habana establecido por la UE en 2016. Consideran que está de facto roto por el acoso del régimen cubano a los activistas y disidentes. Según alertan, es una situación que no deja de empeorar.
Por su lado, las formaciones de izquierda han acordado una resolución alternativa. Piden a La Habana la liberación de todos los detenidos durante las manifestaciones y que escuche las demandas ciudadanas expresadas en las calles de forma multitudinaria. Además abogan por profundizar la relación con la administración de Miguel Díaz-Canel y mantener los canales abiertos a través del diálogo estructurado.
Además, su texto, al que ha podido acceder Europa Press, señala el peso del embargo estadounidense en la crisis que vive la isla. Reiteran la petición a Washington para que acabe con esta política, en línea con la posición comunitaria.
En julio ya se produjo discusión entre los grupos por la situación de Cuba
De esta forma, el debate amenaza con replicar el escenario del pasado mes de junio. Entonces los mismos grupos protagonizaron una agria discusión a cuenta de los éxitos cosechados por la estrategia europea hacia La Habana. Entonces, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, respondió a las críticas, asegurando que el bloque no volvería a la estrategia «incomunicación» con Cuba.
«No creo que volviendo al sistema de incomunicación adoptado por la UE a instancias de otro gobierno español estaríamos mejor y seríamos más capaces de influir y contactar con Cuba», afirmó entonces en alusión a la doctrina impulsada por el presidente del Gobierno José María Aznar, que rigió las relaciones durante 20 años.