26 personas viajaban en una primera embarcación, que llegó por sus propios medios, en la segunda, fueron rescatados 40
Durante la jornada de este martes cuatro de junio, la cifra de migrantes que han llegado hasta Canarias asciende a 66 personas.
Una embarcación con 26 personas a bordo, 25 hombres y una mujer, ha arribado este martes por sus medios a Playa Santiago, en La Gomera, informaron fuentes del dispositivo de emergencia.
Según el relato de algunos ocupantes, la barcaza salió hace cuatro días desde Mauritania.
El dispositivo de emergencia atendió en tierra a las personas migrantes, ninguna de las cuales requirió traslado a un centro sanitario.
Una segunda embarcación interceptada
Este martes Salvamento Marítimo ha llevado al muelle de Los Cristianos, Tenerife, a 40 personas de origen subsahariano, entre ellas cuatro mujeres y cuatro niños. El cayuco fue localizado a 12 millas al sur de La Gomera.
Para este servicio fueron movilizados el helicóptero Helimer 201 y la salvamar Nizar, que es la que ha procedido al rescate de los migrantes que iban a bordo de la barcaza.
Cayuco interceptado en Senegal
La Marina de Senegal interceptó en sus aguas territoriales un cayuco con 219 personas a bordo, entre ellas 25 menores, informó a última hora del lunes la Armada de este país de África occidental.
La lancha rápida LAC RETBA interceptó ayer lunes una embarcación «involucrada en una emigración irregular, a 60 kilómetros de la costa de Dakar», la capital, indicó la Marina Nacional senegalesa en su cuenta de la red social X.
«El barco procedente de Gambia llevaba a bordo 219 inmigrantes, entre ellos 25 menores y 27 mujeres, todos desembarcaron en Dakar y entregados a los servicios competentes», agregó la Armada, sin facilitar más detalles.
Aunque las autoridades no concretaron su destino, Senegal es un país de tránsito y origen para los migrantes que se dirigen a Canarias.
Al menos 24 migrantes que partieron hacia España desde Senegal murieron el 28 de febrero después de que naufragaran en el noroeste del país.
La ruta migratoria entre la costa africana y Canarias está considerada una de las más peligrosas del mundo. Esta ruta tiene una tasa de mortalidad en los últimos años de una víctima por cada veinte supervivientes, el doble que la del mar Mediterráneo.