La respuesta de las navieras al levantamiento este lunes de la prohibición de los cruceros internacionales en España a causa de la covid-19 ha sido inmediata. Algunas ya han incluido puertos españoles en sus itinerarios por el Mediterráneo de este verano
El fin de la prohibición viene acompañado por una serie de medidas que deben cumplir los cruceros como no superar el 70-75 % del aforo máximo; evitar que duerman más de dos tripulantes en el mismo camarote o establecer grupos, con horarios diferentes de comida, embarque y desembarque. Además los pasajeros deben presentar una PCR o una prueba de antígenos negativas antes de subir a bordo.
Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), se trata de un protocolo exigente, pero en línea con las directrices europeas que han seguido muchos países como base para establecer su normativa.
Su director para España, Alfredo Serrano, ha señalado a Efe que el sector llevaba pidiendo mucho tiempo el levantamiento de la prohibición. Querían una fecha a fin de que las navieras pudieran actualizar sus planes.
En crecimiento en los últimos años
La industria de cruceros ha ido creciendo en España en los últimos años, hasta facturar casi 6.000 millones de euros en 2019, con una aportación de 2.800 millones al PIB nacional, creando 50.031 empleos (1.500 millones en salarios).
Entre mediados de marzo y septiembre de 2020 se perdieron por la suspensión de las operaciones 2.400 millones de euros en actividad económica, 20.000 empleos y 559 millones en salarios, cifras que se han incrementado significativamente, tras varios meses más de parón.
España fue en 2019 el segundo mercado receptor de cruceristas en Europa, con 10,8 millones (+49 %), y el cuarto emisor, con 553.000 (+4,4 %)