Milimétricamente está organizado todo el protocolo que se ha activado con el fallecimiento de de la reina Isabel II este 8 de septiembre. Se conoce como Operación Puente de Londres y Operación Unicornio y abarca diez días de eventos
Los preparativos de todo el protocolo que se ha puesto en marcha desde el momento del fallecimiento de Isabel II están diseñados desde la década de 1960. Se conoce como Operación Puente de Londres para el caso de que la monarca falleciese en Londres. De ocurrir, como ha pasado, que falleciese fuera de la capital británica, se activaría la Operación Unicornio que organiza el traslado de Isabel II a Londres.
Edward Young, secretario privado de la Reina es el principal encargado de organizar su sucesión, ha sido la primera persona en recibir la noticia de su fallecimiento.
Organizado en el plan estaba que Young avisase a la primera ministra, Liz Truss con una frase: «London Bridge is Down» («Ha caído el Puente de Londres»).
De ahí, se ha llamado al Centro de Respuesta Global del Foreign Office -ministerio británico de Asuntos Exteriores- se ha encargado de trasladar la noticia a los 15 Gobiernos fuera del país donde la Reina es jefa de Estado, y a las otras 38 naciones de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).
Diez días de eventos en la operación Puente de Londres
La operación Puente de Londres contempla los eventos que se sucederían en los próximos diez días, a partir del llamado Día D (el de la muerte).
Los ministros han sido avisados de inmediato por correo electrónico y tras ese mensaje las banderas en la sede del Gobierno se colocaron a media asta, en menos de diez minutos del anuncio.
La agencia británica Press Association (PA) es la encargada de difundir la noticia con un flash informativo, tras lo cual un sirviente de palacio atraviesa el patio del Palacio de Buckingham para colgar la «notificación oficial» del fallecimiento en las puertas.
Los parlamentos, tanto en Londres como el escocés, el galés y el norirlandés, han suspendido sus sesiones y la web de la Familia Real se ha puesto en negro con el comunicado.
La primera ministra británica Lizz Truss ha sido la encargada de dar el primer mensaje a la nación tras el deceso.
Operación Unicornio
Como ha muerto en Escocia, el cuerpo de la reina será trasladado inicialmente a la sede del Parlamento escocés, el palacio de Holyrood, donde se interrumpirá automáticamente todo tipo de actividad parlamentaria y se pone a disposición de los ciudadanos un libro de condolencias.
Allí será custodiada por la Compañía Real de Arqueros, que adornarán sus sombreros con plumas de águila.
Día 2
Para el llamado D-Day+2 se contempla que el ataúd de la reina se traslade al palacio de Buckingham, en Londres, desde Balmoral en tren, desde la estación de Waverley.
Se anticipan multitudes aguardando al paso del tren en diferentes localidades para arrojar flores a los vagones.
Día 3
De acuerdo a este guión, el día D+3, el nuevo monarca británico se embarcará en una gira por todo el país, donde visitará Edimburgo, Belfast y Cardiff y asistirá a servicios en recuerdo de su madre.
Día 5
Para el denominado D+5 (día 6 tras la muerte), el ataúd se trasladará a Westminster Hall, donde yacerá durante cuatro días hasta que llegue el momento de la procesión desde el palacio de Buckingham, que atravesará el Mall -el primer gran desfile militar de esta operación- pasará por las Guardas a Caballo (Horse Guards) y por el Cenotafio. Un recorrido similar al trazado por la procesión de la Reina Madre en 2002.
Dia 10 celebración del funeral
Antes de que llegue el amanecer del D+10 -el día de la celebración del funeral-, se extraerán las joyas reales del ataúd y se limpiarán, al tiempo que esa jornada será declarada festiva a nivel nacional, con los comercios y la Bolsa de Valores de Londres cerrados.
El día del funeral -D+10-, a las 9.00 de la mañana, el Big Ben se dejará oír para anunciar el funeral de estado por la reina en la Abadía de Westminster, que acogerá a 2.000 invitados.
Se espera que a las 11.00 doras el ataúd alcance las puertas del templo y que el país enmudezca en señal de respeto. Sus restos yacerán en la Capilla del Rey Jorge VI, en el Castillo de Windsor, junto a su padre.