Los petroglifos benahoaritas podrían ser considerados Patrimonio de la Humanidad y situar a La Palma en la élite arqueológica mundial
La candidatura de los grabados rupestres benahoaritas se encuentra en su etapa decisiva. El Consejo Nacional de Patrimonio Histórico evaluará en enero si incluirlos en la lista indicativa, requisito esencial para optar al reconocimiento de la UNESCO.
Un fenómeno arqueológico único
Con 520 estaciones de grabados rupestres inventariadas, La Palma posee una concentración sin precedentes de petroglifos en un espacio tan reducido. Jorge Pais, inspector de Patrimonio Cultural del Cabildo de La Palma, asegura que aunque los motivos como espirales y círculos son comunes, la técnica, temática y ubicación de los grabados los hacen excepcionales. «No hay otra isla en el mundo con una densidad similar de petroglifos», afirmó el arqueólogo en las Jornadas sobre Grabados Rupestres que se celebran en La Palma estos días.
Un reconocimiento con impacto cultural y turístico
Miguel Ángel Clavijo, director general de Patrimonio Cultural de Canarias, señaló que lograr la inclusión en la lista indicativa ya sería «un éxito importante». Este avance podría situar a La Palma en «la élite de los yacimientos arqueológicos» y reforzar su proyección global. Sin embargo, Clavijo destacó la necesidad de prudencia en el proceso, subrayando que el Congreso Nacional de Patrimonio será clave para esta candidatura.
José de León Hernández, arqueólogo y director del proyecto Risco Caído, destacó que el reconocimiento de la UNESCO exige demostrar el «valor universal excepcional» de los petroglifos frente a otros sitios del mundo. Para las comunidades locales, más allá del turismo, este logro sería una fuente de orgullo y autoestima.
Conservación y futuro
La inclusión en la lista preliminar impulsaría la protección de los parques arqueológicos y yacimientos de la isla. Jorge Pais asegura que este paso significaría un avance crucial para conservar y valorar este legado.
Si los petroglifos benahoaritas alcanzan el estatus de Patrimonio de la Humanidad, La Palma compartiría la distinción con sitios como Machu Picchu o la isla de Pascua. Este reconocimiento global garantizaría la preservación de un tesoro cultural que representa la historia y la identidad de los benahoaritas.