El presidente francés, Emmanuel Macron, asegura que lo sucedido en Bucha es un crimen de guerra
El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere nuevas sanciones a Rusia tras el descubrimiento de las matanzas de Bucha, que califica de «crímenes de guerra», y plantea en particular de un embargo al petróleo y al carbón rusos para lo que va a buscar una concertación europea en los próximos días.
«Estoy a favor de un nuevo tren de sanciones» y «en particular con el carbón y el petróleo tenemos que actuar», afirmó Macron este lunes en una entrevista a la emisora de radio «France Inter».
«En los próximos días tiene que haber una concertación europea, es lo que quiero», añadió después de haber señalado que esa discusión la va a empezar con Alemania.
Lo justificó porque a su parecer «tiene que haber sanciones que disuadan después de lo que ha pasado» en Bucha.
Preguntado sobre si Vladímir Putin tendrá que responder ante un tribunal de lo ocurrido en esa ciudad al norte de Kiev, explicó que «las escenas son insostenibles» y que «hay indicios muy claros de crímenes de guerra«, además de hacer hincapié en que quien controlaba esa zona cuando se produjeron las matanzas era «el Ejército ruso».
Investigarán lo ocurrido
El presidente francés indicó que su país va a asistir a las autoridades ucranianas en la investigación de lo ocurrido allí. Hay varios cientos de personas susceptibles de haber sido ejecutadas con la retirada de las tropas rusas. Ha dicho que la justicia internacional habrá de actuar. «Los que han estado en el origen de estos crímenes tendrán que responder«.
Cuando se le inquirió sobre si se refiere al presidente ruso, no quiso dar nombres. Sin embargo repitió que está claro que era el Ejército ruso el que tenía el control de Bucha. Subrayó que «no habrá paz sin justicia«.
La amenaza de un embargo sobre el petróleo y el carbón ruso supone, además de una elevación de la tensión económica entre la Unión Europea y Moscú, supone un desafío para el aprovisionamiento energético de los propios europeos.
Macron, en cualquier caso, no habló de dejar de comprar gas ruso. La UE es particularmente dependiente del gas ruso, sobre todo Alemania y algunos de los países del flanco este. Una interrupción de su suministro, podría generar un grave problema para su sustitución con el gas de otras procedencias de cara al próximo invierno.