Mantienen los 12 años de cárcel para los hermanos acusados de intentar matar a un vecino

El suceso ocurrió en el municipio tinerfeño de Santa Úrsula el 7 de octubre de 2023

La Fiscalía mantuvo su petición de 12 años de cárcel este miércoles para cada uno de los dos hermanos acusados de intentar matar a un vecino suyo en un barrio del municipio tinerfeño de Santa Úrsula el 7 de octubre de 2023 para lo que habrían utilizado un hacha y un cuchillo.

Los peritos calificaron, en la Audiencia Provincial, el ataque como de «golpes leves propinados con poca intensidad y sin gravedad«. De hecho, de las tres heridas, sólo la localizada en la cabeza tuvo cierta importancia, por lo que no existió riesgo para la vida de la víctima.

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Indemnización

La defensa solicita la absolución, pero, en caso de que se dicte una condena, pide que se apliquen las atenuantes de alteración psíquica, embriaguez, intoxicación por estupefacientes, enfrentamientos previos y provocación por parte de la víctima, con la que los acusados mantenían desavenencias desde hacía años.

El Ministerio Público, por su parte, exige que los acusados en prisión preventiva, así como aquellos que se negaron a declarar en esta segunda sesión, afronten una indemnización conjunta de 28.100 euros, al considerar probado que existió la intención de acabar con la vida de la víctima, además de que indemnicen por los daños causados en la vivienda.

Según los peritos éstos se centraron en la puerta metálica de entrada al patio cuya reparación uno de los técnicos la cuantificó en 760 euros y otro en 1.700 en caso de que sea sustituida por una nueva y 800 los desperfectos causados en la moto.

Denuncia

El denunciante reclama 5.600 euros por los destrozos materiales y las heridas mientras que el Servicio Canario de la Salud (SCS) pide 16.500 euros, la Fiscalía que se les imponga una multa de 6.000, la prohibición de residir en Santa Úrsula durante 8 años, órdenes de alejamiento y de comunicarse con la víctima si sale condenado.

Los facultativos que intervinieron en la sesión que tuvo lugar el miércoles en la Audiencia Provincial tinerfeña calificaron al denunciante de «histriónico», por querer ser el centro de atención, lo que pudo influir en su relato de los hechos.

Las pruebas de ADN en el mango del cuchillo no arrojan dudas de que se utilizó por uno de los acusados excepto una muestra que refleja una mezcla de varias personas, en la hoja del hacha no apareció ningún rastro de sangre y en su lugar se detectó un fluido del que no se dieron más detalles.

La víctima sufría intensos dolores a causa de una grave artrosis que le obligaba a tomar fuertes analgésicos, lo que según los peritos habría influido en el estado en que se encontraba tras el ataque que según dijeron sólo causó «heridas superficiales», y prueba de ello es que pidió el alta en poco tiempo.

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