Desde la erupción de Cumbre Vieja, la isla de La Palma se había quedado sin crematorio y todos aquellos que quisiera incinerar a su familiares, tenía que hacerlo en otra isla
Desde que comenzó la erupción volcánica, el Cementerio de Las Manchas quedó en zona de exclusión y dejó de utilizarse. Al paso de las semanas, era alcanzado por la lava, destruyendo parte de sus infraestructuras, entre ellas, el único crematorio con el que contaba la isla.
16 meses sin crematorio
Desde entonces, 16 meses, la isla no ha podido prestar el servicio de incinerar a quienes fallecían, teniendo sus familiares que trasladarlos a otra isla para poder cumplir lo deseado.
Ahora, La Palma recupera este servicio con el nuevo crematorio construido en el cementerio comarcal de Breña Baja. Un servicio que ya está operativo tras concluir las obras y haber realizado los trámites necesarios para su puesta en funcionamiento. Se trata de un paso más en la recuperación de infraestructuras dañadas por el volcán. También supone un alivio emocional para las familias que ya pueden incinerar a sus fallecidos en la isla.