En la investigación ha participado varios centros, entre ellos, el Instituto de Astrofísica de Canarias
Los nuevos hallazgos que ha logrado un equipo de astrónomos europeos sugieren que existen planetas habitables. Planetas con capacidad para proteger y mantener la vida, fuera del sistema solar.
Los descubrimientos corresponden a un equipo de científicos de varios centros europeos, que han utilizado para sus trabajos el gran telescopio VLT (Very Large Telescope) que el Observatorio Austral Europeo tiene en el desierto chileno de Atacam. Los resultados aparecen hoy publicados en la revista Astronomy and Astrophysics.
En la investigación han participado científicos del Centro de Astrobiología (un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y del Instituto de Astrofísica de Canarias, además de investigadores de las universidades de Oporto (Portugal), Génova (Italia) y del Observatorio Astronómico de Turín.
Sus trabajos, ha informado el Observatorio Austral Europeo, arrojan nuevos datos sobre los planetas que hay alrededor de una estrella «cercana» (llamada L 98-59). Arrojan también evidencias de que entre esos planetas hay algunos similares a los de la zona interior del sistema solar.
Tres hallazgos importantes
Y entre esos hallazgos destacan tres. Un planeta que tendría la mitad de la masa de Venus y que sería por lo tanto el más pequeño que se ha medido jamás; un mundo oceánico, y un posible planeta en una zona «habitable«, ya que se encuentra a una distancia de la estrella en la que sería posible la vida.
«El planeta que hay en esa zona habitable puede tener una atmósfera que podría proteger y mantener la vida», ha manifestado María Rosa Zapatero Osorio, astrónoma del Centro de Astrobiología de Madrid y una de las autoras principales del estudio.
El Observatorio Austral Europeo asegura que los resultados son un paso muy importante en la búsqueda de vida en planetas. En concreto en planetas del tamaño de la Tierra fuera del Sistema Solar.
La detección de posibles indicios de vida pasada o presente -lo que en astronomía se denominan «biofirmas«- en un exoplaneta depende de la capacidad de estudiar su atmósfera, pero los telescopios actuales no son todavía lo suficientemente grandes como para lograr la resolución necesaria y obtener información de planetas tan lejanos.
Algunos de los planetas que han estudiando estos científicos orbitan esa estrella (la L 98-59) a una distancia de «sólo» 35 años luz; son rocosos -como la Tierra o como Venus-; y están lo suficientemente cerca de ella como para estar calientes.
Gracias al telescopio VLT, los investigadores han comprobado que al menos tres de esos planetas pueden contener agua en sus interiores o en sus atmósferas; que dos de ellos -los más cercanos a la estrella- son probablemente secos, aunque podrían tener pequeñas cantidades de agua, y que la masa de un tercer planeta puede ser en un 30 por ciento agua, lo que lo convertiría en un «mundo oceánico«.
El equipo del ESO ha detectado además otros dos planetas ocultos. Planetas que no se habían visto antes en ese sistema planetario. Entre ellos uno que se está a una distancia de la estrella que haría posible la existencia de agua líquida en la superficie.