La reconstrucción de La Palma está siendo una tarea compleja, a las altas temperaturas ambientales se le suma el calor procedente del volcán, suscitando que en diversas zonas el suelo alcance los 80 grados
El calor continúa azotando a Canarias, y el mercurio no parece descender. En La Palma, la reconstrucción de las zonas más próximas al volcán está siendo una tarea compleja, ya que el suelo alcanza los 80 grados. Para cuidar de la salud de los trabajadores, se están tomando diversas precauciones.
«Normalmente, estamos trabajando con una temperatura convectiva, la que viene permanentemente del suelo, que oscila entre los 60 y 80 grados. A esto tenemos que sumarle otro calor de convección, que viene por la forma de oxigenación del volcán. En el frente de excavación hablamos de unos 300 o 400 grados«, señala Amícar Cabrera, director de la obra de recuperación de la carretera LP213.
Las temperaturas están en constante monitorización, tanto las ambientales como las del suelo. Cuando las instituciones declaran una alerta por temperaturas, «los trabajadores no trabajan al mediodía», subraya Víctor Fidel Sánchez, responsable de Seguridad y Salud de la obra.
Los sanitarios señalan varias pautas que deben cumplir los operarios para evitar golpes de calor, como utilizar ropa de un color claro, beber muchos líquidos, utilizar gafas de sol homologadas, utilizar gorros, y tomar descansos a la sombra.