António Guterres ha expresado su preocupación tras el arresto de varios miembros del Gobierno de Níger tras el golpe de estado. El país vive una crisis económica y de seguridad desde 1960
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado este martes su preocupación por la detención de varios altos cargos del Gobierno de Níger tras el golpe de Estado de la semana pasada.
«(Guterres) expresa su profunda preocupación por los informes sobre el arresto de varios miembros del Gobierno y pide urgentemente que Níger se adhiera a las obligaciones internacionales respecto a los Derechos Humanos y que se restaure el orden constitucional», ha declarado el portavoz adjunto de Guterres, Farhan Haq, durante una rueda de prensa.
Además, ha informado de que Naciones Unidas y sus «socios humanitarios» se quedarán en el país para proporcionar ayuda a las personas más vulnerables, y ha pedido a las partes implicadas a fomentar un «entorno operativo propicio» para que estas ayudas puedan llegar a la población.
«El secretario general subraya la suma importancia de salvaguardar la seguridad de los civiles y garantizar que la asistencia humanitaria llegue a quienes la necesitan en Níger», ha añadido el portavoz.
Detenciones
Kalla Ankouraou, portavoz del que fuera partido gobernante del presidente Mohamed Bazoum, el Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNSD), denunció el lunes la detención de varios ministros y figuras de la formación política.
Entre los arrestados están el presidente del PNSD, Foumakoye Gado; el ministro de Petróleo, Sani Issoufou Issoufou, que es también hijo del expresidente Mahamadou Issoufou; la ministra de Minas, Ousseini Hadizatou; el ministro de Transportes, Alma Oumaru; el exministro del Interior, Souley Adamou; y el exministro y diputado Kalla Moutari.
Bazoum está retenido desde el miércoles, cuando un grupo de miembros de la Guardia Presidencial –encabezada por el general Abdourahmane Tchiani desde 2011– bloquearon los accesos al palacio presidencial en la capital, Niamey, e hicieron un llamamiento a los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional a sumarse a su levantamiento contra Bazoum.
Crisis económica y de seguridad
La sublevación derivó en el establecimiento de la junta militar, conocida como Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), cuyo portavoz, Amadou Abdramane, anunció además la disolución de la Constitución, la instauración de un toque de queda y el cierre de las fronteras del país.
Esta acción ha venido motivada por el ahondamiento de la crisis económica y de seguridad en el país, que hace frente a un incremento de las operaciones de las ramas de los grupos terroristas Estado Islámico y Al Qaeda.
La asonada ha azuzado nuevamente las preocupaciones sobre la inestabilidad política en Níger, un país que se ha visto sacudido por otros cuatro –ahora cinco– golpes de Estado desde que obtuviera en 1960 la independencia de Francia, así como varios intentos frustrados, el último de ellos en 2021, días antes de que Bazoum asumiera el cargo.