La innovadora técnica permitirá que el implante valvular crezca junto a la paciente, lo que evitará que la niña se someta a múltiples cirugías futuras de reemplazo
El Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid ha realizado con éxito el primer trasplante parcial de corazón en España a una bebé de siete meses y el primero en Europa a una menor de un año.
Esta innovadora técnica permitirá que el implante valvular crezca junto a la paciente, lo que evitará que la niña se someta a múltiples cirugías futuras de reemplazo.
La pequeña, llamada Mariami, evoluciona favorablemente, tras permanecer solo dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y ahora se recupera en la planta de hospitalización.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha celebrado este «hito histórico» de los profesionales del Servicio de Cardiología del Gregorio Marañón y del sistema madrileño de salud, que permite «reescribir una vida» gracias a «la generosidad y la solidaridad» de la familia donante.
Un procedimiento de triple complejidad
Este caso reviste una especial complejidad, ya que la cirugía ha combinado otras dos técnicas en las que el Marañón también fue pionero en 2018 y 2021, ya que se ha realizado con grupos sanguíneos incompatibles entre donante y receptor, y se ha utilizado una donación en asistolia controlada.
El procedimiento, avalado por la Oficina Regional de Trasplantes de Madrid y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), consiste en implantar únicamente una parte del corazón (válvulas) a niños que requieren una cirugía de recambio valvular, pero no padecen un fallo muscular que exija un trasplante cardíaco completo.
En la actualidad, los niños que necesitan un reemplazo valvular reciben implantes fabricados con materiales que no crecen, lo que les obliga a afrontar varias operaciones a lo largo de su vida. El jefe de Cirugía Cardíaca Infantil del hospital, Juan Miguel Gil Jaurena, ha explicado que «este tipo de trasplante evitará las sucesivas cirugías que requerían los niños que recibían implantes de materiales que no crecen junto con el pequeño», ha apuntado.
La nueva estrategia permite trasplantar tejido valvular humano, y el conducto implantado puede crecer con el menor, lo que «abre la puerta a una solución duradera para malformaciones y cardiopatías congénitas graves», ha detallado la jefa de Trasplante Cardíaco Infantil del Marañón, Manuela Camino. En España, nacen alrededor de 4.000 niños cada año con este tipo de problemas de salud.
La directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, ha resaltado que este procedimiento es «un ejemplo de cohesión y coordinación del Sistema Nacional de Salud», y ha agradecido a la familia del bebé donante «por permitir darle una nueva vida».
Tres nuevos escenarios
Además, esta técnica posibilitará un mayor aprovechamiento de las donaciones de corazones infantiles, que son muy limitadas.
Si bien se priorizará siempre a los niños que necesiten un trasplante de corazón total convencional, esta estrategia abre tres nuevos escenarios para optimizar las donaciones, pudiendo beneficiar a uno o dos niños con un solo corazón, según las válvulas que se precisen sustituir.
El primer caso es cuando se dona un corazón sano, pero en ese momento no hay un receptor adecuado por tamaño, el segundo, cuando se aprovechan sus válvulas aunque el músculo no funciona bien y el tercero se conoce como «trasplante dominó»: cuando un niño necesita un trasplante completo y las válvulas de su corazón son funcionales, se convierten en candidatas para uno o dos trasplantes parciales.
El doctor Gil-Jaurena ha concluido que se ofrece una alternativa que podría convertirse en la primera opción de tratamiento en el futuro para los niños más pequeños, que son quienes más se benefician de una solución que se adapte a su crecimiento corporal.


