Un joven de 30 años fallece por las heridas que sufrió tras una agresión en Santa Cruz
Tras prestar declaración, la magistrada había decretado el ingreso en prisión provisional de uno de los detenidos en Tenerife

Uno de los dos detenidos por la muerte de un joven de 30 años en la madrugada del martes durante la celebración del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife ha quedado en libertad tras abonar la fianza de 6.000 euros que le había impuesto un juzgado para eludir su ingreso en prisión provisional.
Así lo ha confirmado a EFE el abogado del joven, Javier Santana, cuyo cliente está investigado por un delito de homicidio doloso eventual, mientras que el segundo arrestado en relación con esta muerte ha quedado en libertad provisional, en su caso relacionado con un delito de lesiones, según informó el Tribunal Superior de Canarias.
Al primero de los detenidos, de 19 años, le han sido impuestas como medidas cautelares la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días. Un Juzgado de Guardia de Santa Cruz de Tenerife le había decretado el ingreso en prisión provisional, eludible bajo fianza de 6.000 euros.
El fiscal pidió prisión provisional comunicada y sin fianza, y, subsidiariamente, prisión provisional eludible con fianza de 6.000 euros. Según señalan las fuentes, valoró que no hubiera riesgo de fuga por arraigo familiar y la carencia de antecedentes penales, además de las medidas cautelares impuestas. Asimismo, la responsabilidad civil se establecerá en una futura sentencia.

El joven sufrió una parada cardiorrespiratoria
La víctima, nacida en Gran Canaria pero residente en Lanzarote, murió en la madrugada del martes en el traslado al hospital de Tenerife por una parada cardiorrespiratoria tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza, al parecer durante una reyerta. Los hechos sucedieron hacia las 5:00 horas de este martes en las proximidades de las avenidas Marítima y Francisco La Roche.
La Policía detuvo primero a un joven y posteriormente a un segundo, que hoy ambos han pasado a disposición del juzgado de guardia de Santa Cruz de Tenerife, que, tras decretar la condición de investigado de ambos, ha pasado las actuaciones a un juzgado de instrucción.
Según ha publicado la prensa local, el fallecido trabajaba en el sector de la hostelería en Lanzarote y había acudido con un grupo de amigos a disfrutar del carnaval en la capital tinerfeña.