Según se recoge del auto del tribunal, existen indicios de la comisión de, al menos, cinco delitos de agresión sexual a menores, un delito de corrupción de menores y un delito de captación de menores
La Plaza Nº 1 de la Sección de Instrucción del Tribunal de Instancia de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) ha decretado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el falso representante deportivo, que fue detenido por la Guardia Civil por presuntamente la comisión de delitos de abusos sexuales a menores en Canarias.
Según se recoge del auto del tribunal, concurren los requisitos legales para decretar la prisión provisional del investigado, que la Guardia Civil de Gran Tarajal (Fuerteventura) detuvo, ya que existen indicios de la comisión de, al menos, cinco delitos de agresión sexual a menores, un delito de corrupción de menores y un delito de captación de menores.
Además indica que la medida se ha adoptado porque «existe riesgo de fuga, de alteración o destrucción de las fuentes de prueba y de reiteración delictiva».
En el auto se expone también que del volcado del teléfono móvil intervenido al investigado y de las declaraciones de 14 menores que han sido oídos hasta el momento, existen indicios de la comisión por parte del investigado de hechos «consistentes en mantener encuentros sexuales de carácter físico, practicando masturbaciones y penetración anal mutuas, siguiendo los menores siempre las indicaciones que el investigado les transmitía».
Identidad femenina para ganarse la confianza de los menores
También apunta el tribunal a que el investigado prevaleció «tanto de la diferencia de edad con los menores, como de su condición de representante futbolístico de los mismos, o habiendo utilizado una identidad femenina en la red social Instagram para ganarse su confianza, además de haberse llevado a cabo el registro audiovisual de algunos de estos actos con desconocimiento de los menores del destino final de las grabaciones».
Por ello, desde el tribunal se matiza que la medida es «imprescindible» para evitar que el investigado se sustraiga de la acción de la justicia ante la «gravedad de los hechos y la pena prevista para el delito que se le atribuye».
Señala que el investigado «fue ya detenido en el mes de marzo de 2025 y se le impuso una medida cautelar consistente no solo en la prohibición de aproximarse y comunicarse con la primera víctima que denunció los hechos, sino también la prohibición de realizar cualquier profesión, oficio y actividades que impliquen contacto habitual con menores de edad durante la tramitación de la causa», sin embargo la quebrantó, según los investigadores de la Guardia Civil.
Una víctima reveló los abusos
Este es el resultado de una investigación que, según informó la Guardia Civil, comenzó en diciembre de 2024, después de que una de las víctimas reveló, con apoyo psicológico, los abusos sufridos, testimonio que subrayan «resultó determinante» porque «ninguna» de los demás menores había denunciado previamente.
A partir de ese momento, y tras la recopilación de los primeros indicios de los hechos en marzo de 2025, se iniciaron las actuaciones correspondientes para esclarecer lo ocurrido, realizando un análisis minucioso del contenido del teléfono móvil intervenido al detenido y de la obtención de múltiples declaraciones tanto de víctimas como de testigos.
El ahora investigado, identificado entre los menores bajo un apodo, operaba de una forma «altamente planificada y estructurada». En concreto, actuaba en el entorno digital, como matizan suelen hacer los agresores sexuales en internet, y empleaba técnicas de manipulación emocional para obtener material de contenido sexual y propiciar encuentros presenciales, que llegaron a materializarse en varias ocasiones.
Métodos de engaño «especialmente eficaces»
El hombre combinaba dos métodos de engaño «especialmente eficaces», ya que por una parte utilizaba su identidad como supuesto mánager deportivo –aunque no se indica de qué disciplina–, presentándose como un profesional con contactos y ofreciendo a los menores falsas oportunidades de promoción, tales como pruebas en clubes de alto rendimiento, inclusión en bases de datos profesionales o difusión de sus perfiles en redes especializadas.
Sin embargo, estas promesas se convertían en un instrumento de manipulación para generar una deuda de gratitud que derivaba en la obtención de favores de carácter sexual, incluyendo la solicitud de material pornográfico o la concertación de encuentros íntimos.
Por otro lado, empleaba identidades falsas femeninas para ampliar su alcance y reducir las suspicacias de los jóvenes. A través de estos perfiles en redes sociales, introducía paulatinamente conversaciones de contenido sexual, solicitaba imágenes íntimas y enviaba material pornográfico, todo ello con el fin de normalizar estas conductas.
Las víctimas relataron que insistía de forma reiterada en tratar temas sexuales y en requerir fotografías de carácter explícito. Además aprovechaba su aparente posición de autoridad como representante deportivo para ejercer control sobre los menores, que obedecían sus instrucciones sin cuestionarlas, incluso cuando estas se alejaban del ámbito estrictamente deportivo.
Perfiles falsos administrados
Los investigadores también han detectado la existencia de perfiles falsos administrados por el detenido para captar nuevas víctimas, ofreciendo dinero a cambio de actos sexuales.
En el transcurso de las pesquisas, la Guardia Civil constató que el detenido había incumplido las medidas judiciales impuestas tras su primera detención, ya que a pesar de la prohibición de ejercer actividades vinculadas con menores, organizó un viaje deportivo en el que participaban varios de ellos.
De esta forma, tras poner los hechos en conocimiento de la autoridad judicial, el 12 de noviembre se detuvo nuevamente al individuo, y se decretó su inmediato ingreso en prisión por quebrantamiento de las medidas cautelares.
Asimismo en el marco de esta nueva actuación se practicó un registro domiciliario que permitió a los agentes incautar nuevos elementos de interés, actualmente sometidos a análisis.
Los hechos, indican, se ven agravados por el abuso de una posición de confianza y autoridad, si bien la mera captación de menores con fines sexuales constituye ya una vulneración de su libertad e indemnidad sexual, «lo que justifica plenamente la intervención penal».
Concienciación sobre el denominado «grooming»
La Guardia Civil incide en que esta operación subraya la importancia de concienciar a las familias y a los menores sobre los riesgos del denominado «grooming», que es la manipulación intencionada por parte de un adulto para ganarse la confianza de un menor con fines de abuso sexual.
En este caso la peligrosidad del detenido radicaba no solo en su capacidad de engaño y persuasión, sino también en su incumplimiento de la autoridad judicial al continuar con sus actividades mientras se encontraba bajo investigación.


