Oficiales radioelectrónicos, sobrecargo de buques, frigoristas o mecánicos navales son algunas de las profesiones de difícil cobertura porque no hay candidatos
La industria naval requiere mano de obra cualificada. Se necesitan tuberos, mecánicos o ingenieros hidráulicos en los talleres de reparación de embarcaciones, pero no los encuentran. Aseguran que no hay gente para ocupar esos puestos. «Hay que hacer milagros», dicen. Son algunas de las profesiones que no tiene paro.
En Canarias hace falta gente que quiera dedicarse a estos ámbitos, pero todos coinciden en que para ello hay que tener una titulación académica. Después, hacer una serie de días en la mar para tener las tarjetas profesionales. «Y la disponibilidad tiene que ser absoluta, todos los días de la semana, 365 días al año», apuntan.
El salario medio en el sector oscila entre los 1.500-2.000 euros. Además, se requiere del conocimiento de idiomas y de formación como como la que se imparte en el Instituto Marítimo Pesquero de Las Palmas. Los alumnos son conscientes de que la actividad del Puerto de La Luz y de Las Palmas ha crecido, y cada día necesitan más profesionales.
Sin embargo, quienes lo tienen más complicado son las mujeres. A pesar el esfuerzo que realizan la patronal y los empresarios, sólo representan uno de cada 10 trabajadores.
Con todo, una vez finalizados los estudios el porcentaje de contratación es del 100%, pero sigue siendo insuficiente. La demanda es mayor que la oferta.
Lo mismo sucede en otras profesiones como oficiales radiolectrónicos, sobregargo de buques, frigoristas, engrasadores o mecánicos navales. Aquí no hay paro. Y son sólo algunas de las 20 profesiones que el Servicio de Empleo Público ha incluido en su catálogo de ocupaciones de difícil cobertura. Ofertas de empleo en las que es casi imposible encontrar perfiles que ocupen el puesto.