El pulgón negro es una plaga invasiva que se ha instalado en los almendros y cuenta con un desarrollo que podría extenderse a otros árboles o plantas
El pulgón negro se ha apoderado de los almendros en La Palma, tanto de los silvestres como de los cultivados, ayudado por la escasez de lluvias y las altas temperaturas. «No hay una suficiente cantidad de depredadores para regular una plaga invasiva que se ha instalado, y el desarrollo es brutal», explica Paco Reyes, sembrador de almendros.
Esta plaga está amenazando con extenderse al resto de cultivos si no se encuentra una solución. «Toda la arboleda que nos rodea es propicia para que este pulgón siga atacando», apunta Reyes, que considera esto como «algo muy grave»,
El sembrador palmareño añade además que «si no se le pone remedio, en 5 años como máximo nos quedaremos sin almendros, sin nactarinas, sin duraznos, albaricoques, y mucho más».
Esta situación hace peligrar el proyecto de recuperación del almendro, puesto en marcha en la isla, con la siembra de ejemplares, ya que el pulgón negro necesita un tratamiento continuo por parte del agricultor.