Uno de los reclusos le colocó un arma blanca, de fabricación artesanal, en el cuello
Nueve reclusos de la cárcel de Las Palmas II, en el sur de Gran Canaria, han sido puestos en régimen de aislamiento, este viernes por la noche, después de que uno de ellos agrediera a un funcionario y le colocara un pincho en el cuello.
Los hechos se desencadenaron cuando se comunicó a un preso que se le cambiaba de destino dentro de la cárcel y se le suspendían los permisos. Se trata de una decisión disciplinaria ante su comportamiento.
Según Instituciones Penitenciarias, en ese momento, el recluso abordó a uno de los tres funcionarios que estaba con él y le colocó un arma blanca de fabricación artesanal en el cuello.
Uno de los trabajadores de la prisión salió del lugar para dar aviso y pedir ayuda, mientras que otra funcionaria plantó cara a la situación, al tiempo que un segundo preso se ponía de parte del rebelde.
El funcionario amenazado y su compañera lograron reducir al preso agresor y al compañero que intentó apoyarlo, sin que nadie sufriera heridas de consideración.
Solo el funcionario agredido presenta rozaduras en la espalda, producto de ser empujado contra una pared, aseguran las fuentes.
Mientras todo esto ocurría, se produjo un revuelo en el patio de la cárcel, en el que una parte de los presos se significaron a favor del agresor y otros trataron de calmar los ánimos.
Siete de los que participaron en la protesta, el agresor y el preso que lo ayudó han sido puestos en régimen de aislamiento.