Con medidas como el arraigo por formación o la flexibilización de requisitos, la reforma en Extranjería busca paliar las necesidades en empleo
Frente el envejecimiento de la población española y los puestos de trabajo que hay sin cubrir, la reforma del Reglamento de Extranjería busca convertir a España en un país más atractivo. «En principio pretende paliar las necesidades a nivel de mano de obra», explica Tatiana León, abogada experta en Derecho de Extranjería.
Así, se crea la figura de arraigo por formación o la flexibilización de requisitos para que estudiantes extranjeros accedan al mercado laboral.
«Podrán, de manera más simple, pasar de su estatus de estudiante al estatus de permiso de residencia y trabajo», añade León.
Además, hacerse autónomo también será mas fácil, y para luchar contra la economía sumergida se facilitará la autorización a quienes colaboren con las autoridades y acrediten haber estado al menos seis meses trabajando de forma irregular.
«La economía sumergida en lo que respecta a personas extranjeras no se lleva a cabo por mero capricho. Ellos estarían encantados de poder contribuir al sistema de seguridad social español», concluye León.
Con todo, quienes solo vengan a trabajar de forma estacional tendrán mayor estabilidad. Se concederá una autorización de cuatro años renovable.