Más de 130 funcionarios de prisiones continúan retenidos en cinco cárceles del país tras la oleada de violencia donde también se ha arrestado a más de 300 miembros de bandas criminales
Continúa la escalada de violencia en Ecuador donde las Fuerzas Armadas han arrestado a más de 300 miembros de bandas criminales, el último de ellos el líder de la pandilla de Los Lobos. Además, 139 guardias y trabajadores de cinco prisiones siguen como rehenes de estos grupos.
El asalto armado y transmitido al canal TC Televisión, el incendio de vehículos, el secuestro de policías y los motines con rehenes en diversas cárceles del país han llevado al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, a tomar una decisión polémica e inédita de considerar a los grupos del crimen organizado como actores beligerantes contra la estabilidad del Estado.
Y al decretar el «conflicto armado interno», las bandas criminales que operan en Ecuador se consideran «terroristas» y objetivos militares a ser «neutralizados», por lo que el primer día bajo este escenario se saldó con «329 terroristas» detenidos y cinco abatidos, mientras que también se registrados dos policías fallecidos y uno herido.
Hay poca actividad en las calles, con clases escolares suspendidas, mucha gente resguardada en sus casas y mucha seguridad en torno al presidencial Palacio de Carondelet.
139 funcionarios de prisiones siguen retenidos
Mientras, un total de 139 funcionarios de prisiones entre guardias y personal administrativo siguen retenidos en al menos cinco cárceles donde los presos se han amotinado como medida de protesta contra la política de mano duras que Noboa quiere implantar en el sistema penitenciario de Ecuador.
Entre los retenidos hay 125 guardias carcelarios y 14 funcionarios administrativos en las cárceles de Cuenca, Azogues, Napo, Ambato y Latacunga.
En esta última, situada a 70 kilómetros al sur de Quito, los presos pululaban por los techos del recinto carcelario e incluso portaban pancartas en las que reclamaban «paz», al igual que sus familiares concentrados en el exterior, según pudo comprobar