La Galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife y la Fundación Mapfre Guanarteme proponen una selección de 21 piezas de los artistas Francisco Rodríguez, José Lerma y Ángel Otero bajo el título de ‘La buena pintura’. Hablamos en RTVC.es con Ángel Luis de la Cruz y Lele H. Colomer, directores de la galería
La Fundación Mapfre Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, acoge ‘La buena pintura’, una selección de 21 piezas de los artistas Francisco Rodríguez, José Lerma y Ángel Otero, que llegan de la mano de la Galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife.
Ángel Luis de la Cruz y Lele H. Colomer, directores de la galería, explican en RTVC.es qué plantea la muestra, el origen del proyecto y quiénes son las tres firmas detrás de las piezas
¿Qué nos propone ‘La buena pintura’?
La buena pintura es una exposición que acoge tres visiones diferentes del concepto de
pintura realizada por tres artistas reconocidos internacionalmente y en cuyas producciones
artísticas se ve una influencia de las esculturas grecorromanas, pintores prerrafaelitas y Toulouse Lautrec, apreciables en la obra de Francisco Rodríguez, pasando por Jackson Pollock, principal
figura para Ángel Otero o los empastes de pintura tan característicos de José Lerma que recuerdan
a Vincent van Gogh.
Tres artistas reconocidos internacionalmente. Tres propuestas que van de lo figurativo a
lo abstracto
La pintura de Francisco Rodríguez, su particularidad, es que apenas toca el lienzo y su obra
es figurativa. Tanto en Lerma como Otero es más matérica y abarca desde la figuración hasta la
abstracción.
La obra del primero, muy singular, muestra ecos del mundo del cómic, especialmente del manga
Para Francisco Rodríguez, pintar no es sólo una manera de ver o pensar, sino, aún más
radical, una manera de ser visto pensando y viendo en voz alta. Su imaginación se aferra a la
mente como lanas pesadas o el aire húmedo de invierno. Consiste en figuras firmemente
delineadas que pueblan paisajes oscuros o de tonos grises: hombres en sombras, jaurías de perros
con ojos rojos y cuervos que ocupan el espacio central de un lienzo.
«Los paisajes de Francisco Rodríguez evocan atmósferas que proponen preguntas en lugar de respuestas, enigmas en lugar de significados directos»
Los lienzos de Rodríguez no intercambian historias convencionales ni pretenden retratar
paisajes realistas, más allá, es decir, anotar libremente algunos elementos reconocibles. En cambio,
evocan atmósferas que proponen preguntas en lugar de respuestas, enigmas en lugar de
significados directos. En su conjunto, estas obras son narrativas inesperadas, como los haiku
japoneses, llenas de insinuaciones y de ambiguas elipsis. Pero no es sólo en su proyección
significativa donde Rodríguez parece establecer su relación con Japón; su pintura plana de colores
sólidos, sus dibujos y composiciones simples hacen también referencia a las animaciones gráficas y
dibujos japoneses.
José Lerma lleva el empaste hasta el extremo ¿Dónde clasificaríamos a esta artista?
Para crear sus gruesos y abstractos retratos, el artista afincado en Chicago cambia su pincel por pesadas escobas comerciales que siguen las líneas de los bocetos preliminares. «El proceso de estas pinturas es laborioso. Hago mi propia pintura y fabrico mis soportes. El material es pesado y poco manejable», «Se hace de una sola vez porque se seca muy rápido, así que el margen de error es mínimo».
Las obras de empaste de Lerma han evolucionado a partir de su serie original de Retratos
de pintura, que revelaba el contorno general de una figura sin ningún detalle distintivo. Las amplias
franjas trazan la longitud del cabello o el cuello del sujeto, dejando crestas alrededor del perímetro
y una sólida gota de pigmento al final de cada trazo. Sus retratos de frente tienden a dividir la
figura por la mitad utilizando tonos complementarios del mismo color para reflejar cada lado del
rostro.
«Los retratos de frente (de José Lerma) tienden a dividir la figura por la mitad utilizando tonos complementarios del mismo color para reflejar cada lado del rostro»
La evolución hacia la abstracción llega con Ángel Otero, un artista joven pero con amplia
trayectoria
El proceso experimental de Ángel Otero está en el corazón de sus pinturas no convencionales que exploran las huellas de la memoria y la historia. La práctica de Otero empuja los límites de la pintura. Sus obras abstractas a gran escala sobresalen del lienzo en forma de cascada y con una gran textura, casi escultórica. El enérgico marcado y las vivas paletas de colores evocan a sus predecesores expresionistas abstractos.
«La práctica de Otero empuja los límites de la pintura»
Todos ellos han estado en las islas ¿Cuál es su vinculación con el archipiélago?
Tanto José Lerma (2019) como Francisco Rodríguez (2020 “56 días bajo la mirada del
Teide”) han hecho residencia en Tenerife. Ángel Otero va mas allá de su vinculación con la isla pues
vino por primera vez en 2008 y expuso en la galería la exposición “New wave” tanto individuales
como group show por afiliadas con su isla q es puerto rico y ha estado más de diez veces en la isla.
¿Tenemos obra suya en Canarias?
Efectivamente, hay bastantes obras de los tres artistas en las islas.
‘La buena pintura’ puede visitarse en la sede de la Fundación Mapfre Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria hasta el 29 de julio.