Luis Rubiales se ha presentado ante la jueza para dar su versión de los contratos que investiga, de la Supercopa de España y otros contratos de la RFEF
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha negado este lunes pagar comisiones a Gerard Piqué o a su empresa Kosmos por el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí, y también cobrarlas, y ha añadido que gracias a ese contrato «se salvó el fútbol».
Rubiales ha declarado este lunes ante la jueza de Majadahonda que investiga presuntas prácticas corruptas en su etapa al frente de la Federación y ha recalcado que la comisión que cobró Kosmos por su mediación la pagaron los árabes, nunca la Federación, y se incluyó finalmente en el contrato porque a la entidad que él presidía no le perjudicaba en nada.
El expresidente ha recalcado que ese contrato se firma en medio de una pandemia en la que, de no conseguirse esos ingresos, el fútbol español podría haber muerto y ha sacado pecho de su gestión, al lograr aumentar la facturación de 140 a 400 millones de euros y conseguir que a España se le asigne el Mundial de 2030.
El contacto con Kosmos no lo estableció la Federación, sino Piqué, que también fue quien contactó con la empresa árabe Sela, y entre ellos negociarían la comisión del entonces futbolista. «No ha habido un contubernio», ha insistido Rubiales, quien ha recordado que el contrato recibió el visto bueno del comité ético y el departamento de Compliance del ente federativo.
Investigaciones de la magistrada
La jueza, por su parte, ha permitido a Luis Rubiales conservar su pasaporte, pero le ha ordenado que informe y pida permiso al juzgado si quiere viajar fuera de España.
Cada vez que quiera salir del país, Rubiales deberá informar al juzgado sobre la duración de su estancia en el extranjero y el domicilio donde se alojará, según ha acordado este lunes la magistrada, que le ha impuesto además la obligación de comparecer una vez al mes en el juzgado, según informan fuentes jurídicas.
La jueza Delia Rodrigo, que investiga a Rubiales por delitos de administración desleal y corrupción en los negocios, ha adoptado esta decisión después de que la Fiscalía Anticorrupción propusiese que Rubiales siga libre y le pidiese la imposición de comparecencias quincenales ante el juzgado.
La magistrada ha decidido, no obstante, que sean mensuales y ha condicionado sus salidas de España a que aporte toda la información sobre el viaje.
Rubiales ha declarado este lunes durante más de cuatro horas y, según las fuentes jurídicas consultadas, ha señalado ante la magistrada que necesita su pasaporte «para vivir y trabajar».
El expresidente federativo ha admitido que su salida de la RFEF, salpicado por el escándalo que supuso el beso no consentido que dio a Jenni Hermoso por el que está acusado de agresión sexual y coacciones, fue «traumática» y ha explicado que decidió invertir en República Dominicana porque le pareció una buena oportunidad.
Rubiales se desmarca de las irregularidades
Una a una, Rubiales ha ido desmarcándose de todas las irregularidades que se investigan en esta causa, cuyo origen se remonta a 2022 y que ha estado en parte secreta hasta hace poco más de un mes, cuando estalló la operación en la que la Guardia Civil registró la propia RFEF y su domicilio en Granada. Él, entonces, estaba en la República Dominicana y tuvo que adelantar su vuelta a España.
Otra de las contrataciones que ha defendido es la de la empresa Gruconsa, que realizó las obras del estadio sevillano de La Cartuja. Se eligió, ha defendido, porque tenía los informes, la competencia y la experiencia para hacer el trabajo en 30 días, según las fuentes. «O lo hacíamos así o perdíamos la sede», ha aseverado Rubiales, y ha añadido que los técnicos le dijeron que era la única empresa que podía hacerlo.
Rubiales, que solo ha querido contestar a la jueza, al fiscal y a su abogado, ha señalado que en las sociedades en las que participa siempre lo ha hecho ante fedatario público y que «jamás» ha tratado de ocultar su condición de socio.