El avión ucraniano transportaba presuntamente armas y municiones cerca del puerto de Odessa. Las secuelas psicológicas del conflicto en la población están siendo devastadoras
Este sábado, el ejecutivo de Putin afirma que han derribado un avión ucraniano que transportaba armas y municiones cerca del puerto de Odessa. Todo esto ocurre el día después de que los estados africanos pidieran al líder ruso que levante las sanciones a las exportaciones de cereales para no agravar la crisis de alimentos en el continente.
Por otro lado, una agencia de noticias rusa anuncia que un barco ruso ha llegado al puerto de Mariúpol para sacar acero del país. Kiev ha calificado esta acción de saqueo ilegal de sus recursos.
Secuelas psicológicas de la guerra en Ucrania
Superados los 100 días de combates, bombardeos y muertes, tanto las infraestructuras como la salud mental de los ucranianos ha quedado muy dañada. En este sentido, aseguran que no sienten pena, sino algo más profundo que provoca llanto inmediato.
Los ucranianos se enfrentan diariamente a síntomas concretos de dolor, estrés o ansiedad. Sin embargo, Ariadna Pérez, responsable de Salud Mental de Médicos Sin Fronteras, explica que los principales problemas que padecen son «en el sueño, ataques de pánico constantes, problemas en el apetito o llanto continuado».
También los niños sufren las duras secuelas de la guerra a nivel psicológico. Pérez habla de «pesadillas» o «tartamudeos» debido al «temor constante y el no poder hablar como lo hacían».
Desde el inicio de la invasión, los equipos de Médicos Sin Fronteras han prestado ayuda psicológica a más de 1.000 refugiados a través de distintas acciones. Invitan a las personas que lo necesiten, a tener «sesiones psicológicas para entender cuáles son los síntomas». Además, se están haciendo «grupos con niños para explicar, de igual forma, la gestión de estas emociones».