El presidente ha considerado que la declaración conjunta supone un «hito diplomático». Una hoja de ruta pactada para abrir una nueva etapa en la relación entre los dos países vecinos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha regresado este viernes a España tras acordar en Rabat con el rey de Marruecos, Mohamed VI, una normalización de las relaciones bilaterales, en especial mediante la reapertura gradual de las fronteras y la instalación de aduanas, para cerrar así los desencuentros del último año.
Sánchez ha considerado que la declaración conjunta supone un «hito diplomático». Una hoja de ruta pactada para abrir una nueva etapa en la relación entre los dos países vecinos.
El presidente del Gobierno ha expresado su satisfacción por la visita a Rabat en una conversación con periodistas durante su vuelo de regreso. A su llegada a Barcelona ha visitado un centro de acogida de refugiados ucranios.
De la guerra en Ucrania conversaron en el iftar (cena durante el ramadán) en el palacio real. En cambio, no hablaron de la soledad parlamentaria del PSOE frente a la decisión de avalar la autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, según ha explicado Sánchez.
Además de reanudarse las conexiones marítimas y de reabrirse las fronteras -sin fecha definida aún- en Ceuta y Melilla, serán instalados además puestos aduaneros en ambas ciudades. Esto supone implícitamente la asunción de su españolidad.
Marruecos no había aceptado hasta ahora una aduana en Ceuta, aunque sí la hubo en Melilla hasta 2018.
Colaboración mutua para proteger las fronteras y en la lucha contra el terrorismo
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha resaltado durante un foro económico en Madrid que el acuerdo diplomático permite la «colaboración mutua para proteger las fronteras y en la lucha contra el terrorismo».
«Se establece una relación del siglo XXI» tras «un momento que se puede decir de desencuentro», ha resumido otro ministro. El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, desde Cuenca, donde ha indicado que la intención es que este año se recupere la operación Paso del Estrecho.
Marlaska ha señalado que la declaración conjunta «profundiza» en la relación bilateral en otros diversos ámbitos, como sanidad, inmigración, infraestructuras, industria, cultura, educación y formación profesional.
El acuerdo ha sido valorado por los gobiernos de las ciudades autónomas
El portavoz del ceutí, Alberto Gaitán, ha destacado la mención expresa a «no recurrir a actos unilaterales que perjudiquen el clima de confianza recíproca». Lo interpreta como «una clara voluntad de que no vuelvan a repetirse episodios como los vividos el pasado mayo», cuando miles de personas cruzaron a Ceuta.
El presidente melillense, Eduardo de Castro, ha confiado en que «se cumplan todos los parabienes». Ha instado a fijar pronto una fecha concreta para la reapertura de la frontera.
Desde Lanzarote, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha deseado que «se eliminen definitivamente las decisiones unilaterales» que Rabat tomó hace dos años al fijar sus fronteras marítimas.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no ve aceptable el resultado del viaje de Sánchez, porque resuelve el «follón» que «previamente» había montado. A cambio, asegura, debe apoyar el plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara.
También lo ha criticado de nuevo este viernes el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, quien ha calificado de «inmoral» e «ineficaz» ese acuerdo sobre el Sáhara.
Otras críticas al viaje se han centrado en un detalle: la bandera española estuvo colocada del revés durante el iftar, con el escudo bocabajo, según se ve en la fotografía difundida.
Fuentes del Gobierno han restado importancia a ese hecho, que consideran anecdótico, achacable a un error humano.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha colgado la foto entera del revés en un tuit: «Hay que darle la vuelta a todo para que las cosas vuelvan a tener sentido, y para que nuestra bandera esté como Dios manda».
Más seria ha sido la reacción de Ciudadanos, que ha tildado la imagen de «humillante para España», «vergonzoso e intolerable».
Ciudadanos también ha solicitado la comparecencia parlamentaria del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que dé cuenta de los compromisos alcanzados en Rabat.