Si la evolución de ambas islas persiste en esa misma dirección Gran Canaria pasaría el lunes a nivel 3 y Tenerife a nivel 2 de alerta contra la covid.
Lanzarote pasa de nivel 2 al 3 y La Gomera del 2 al 1, a la inversa que Fuerteventura.
El Gobierno de Canarias se reunirá este sábado para replantearse el nivel de restricciones de prevención de la covid-19 vigentes en las dos islas más pobladas: en el caso de Tenerife, con la posibilidad de aliviarlas de fase 3 a fase 2, y en el de Gran Canaria, para agravarlas de fase 2 a fase 3.
El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, ha explicado al término del Consejo de Gobierno de este jueves que Tenerife presenta una evolución positiva en varios de sus indicadores, con una reducción progresiva de contagios, mientras que Gran Canaria está justo en la tendencia inversa. Si la evolución de ambas islas persiste en esa misma dirección el sábado, a las 0.00 del lunes las restricciones de Tenerife se reducirán y las de Gran Canaria se endurecerán.
El Ejecutivo sí ha decidido endurecer las restricciones en Fuerteventura, de fase 1 a 2, y sobre todo en Lanzarote, la isla donde más rápido están creciendo los contagios en términos proporcionales, que entra ya en fase 3 de nivel de alerta, con todas sus restricciones reforzadas.
El Hierro y La Palma continuarán en el nivel 1, mientras que La Gomera pasa del 2 al 1, en un proceso que se aplicará el viernes.
Trujillo ha argumentado que en las dos islas capitalinas, que suman casi dos millones de habitantes, quieren tener unos días más de margen (la información con la que se cuenta hoy corresponde al miércoles, 13) para corroborar las tendencias.
En el caso de Gran Canaria, porque en esta isla las medidas reforzadas que se adoptaron la semana pasada solo han tenido tres días de vigencia (se aplican desde el lunes) y, en el de Tenerife, porque se quiere corroborar el descenso de los contagios.
En datos acumulados a 7 días, en la última semana Tenerife ha reducido su tasa de contagios de 74 a 59 por 100.000 habitantes, mientras que Gran Canaria ha escalado desde 60 a 81 y en Fuerteventura las cifras se han duplicado, de 50 a 111.
La situación es peor aún en Lanzarote, donde el indicador acumulado a 7 días casi se ha triplicado en el curso de una semana, al pasar de 109 a 279 casos por 100.000 habitantes.
Blas Trujillo ha subrayado que la tendencia a la baja de Tenerife viene apreciándose desde el 30 de diciembre, fecha en la que el índice acumulado a 14 días era de 209 casos por 100.000 habitantes, mientras que ahora es de 138. También el indicador acumulado a siete días ha bajado de 95 a 59 y el de casos correspondientes a personas mayores de 65 años ha disminuido de 87 a 53.
El consejero ha confiado en que en Lanzarote se conseguirá doblegar la tendencia, como ha ocurrido en Tenerife, sin necesidad de llegar a nivel 4, el más alto en la escala de la pandemia.
Pasar de fase 2 (semáforo naranja) a fase 3 (rojo) supone, entre otras cosas: adelantar el inicio del toque de queda de las 23.00 a las 22.00 horas, las reuniones de ciudadanos solo pueden ser de convivientes (con un máximo de 4 personas en restauración), la hostelería solo puede atender en las terrazas, los gimnasios cierran y se suspende todo deporte que no sea individual (con la excepción de las grandes competiciones federadas).
Estas decisiones se han adoptado en una reunión monográfica para analizar la evolución de los contagios y en la que se han estudiado un informe de la Dirección General de Salud Pública y otro del comité científico que asesora al Ejecutivo canario.
Blas Trujillo ha subrayado que no se tiene en cuenta un solo indicador, sino todos, ya que las decisiones no se adoptan de forma «caprichosa ni subjetiva» sino que se sustentan en indicadores establecidos por el Comité Interterritorial de Salud.
Estos criterios son la incidencia acumulada a 7 y a 14 días, la incidencia acumulada en personas mayores de 65 años, el índice de camas hospitalarias ocupados por pacientes con covid-19, el índice de camas UCI por covid, y la trazabilidad, que refleja la capacidad de rastreo del sistema, a lo que se une la velocidad de transmisión.
Trujillo ha recordado que la situación de Canarias es «muchísimo» más favorable que en el resto de territorios españoles, pero el Gobierno autonómico intenta adelantarse a la tendencia de las variables epidemiológicas.
El consejero ha manifestado que las medidas restrictivas sirven para impedir la transmisión del virus pero la vacunación es la «gran solución», y también ha destacado la importancia de gastar de manera eficiente los recursos de la Unión Europea.
«No podemos esperar a ponernos todos malísimos» para vacunarnos, ha indicado el consejero, quien ha comentado que ya se ha cogido un cierto «ritmo» en el proceso, y además se forma al personal del sector concertado para que también participe.