El espacio Papúa Nueva Guinea y el nuevo avistamiento de aves son nuevos puntos de interés en el jardín botánico Palmetum que cumple su 10º aniversario
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, con los ediles de Sostenibilidad Ambientas y del Parque Marítimo y el Palmetum, Carlos Tarife y Javier Rivero, respectivamente, acompañados por la responsable en Canarias de Fundación Moeve, Belén Machado, inauguró este lunes el nuevo avistamiento de aves y el espacio Papúa Nueva Guinea, nuevos puntos de interés en el jardín botánico, que este año cumple su 10º aniversario, por lo que también se realizarán actividades como la visita de escolares, vecinas y vecinos del municipio y la celebración de las II Encuentro de Jardines Botánicos de Canarias.
Bermúdez avanzó que “centrada en la conmemoración de los 10 años del Palmetum, el milagro botánico de Canarias, hoy se presenta, además, un programa de actividades que se prolongará durante toda la semana” y añade que “de la misma manera, tras esta inauguración, se pone en marcha para su utilización un nuevo espacio en el Palmetum, ubicado en el lago, junto a la nueva plantación de Papúa Nueva Guinea, que cuenta con árboles del pan, cocoteros enanos y otras 58 especies de plantas, además de la caseta para el avistamiento de aves en su laguna”.
10 años del Palmetum
“Este jardín botánico -detalló el alcalde-, único en Europa, fue construido sobre un antiguo vertedero, que se clausuró en 1984 y tras la confección del proyecto y su aprobación en 1996 comenzó su construcción y se abrió al público en 2014, por lo que este año festejamos sus primeros 10 años” y agregó que “debe referenciarse que el Palmetum, como se le conoce tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, cuenta aproximadamente con unas 2.000 especies de plantas, entre las cuales 500 de ellas son palmeras, lo que da muestras de su singularidad y explica el interés de residentes, visitantes y turistas”.
Espacio Papúa Nueva Guinea
Con respecto al espacio dedicado a Papúa Nueva Guinea, desde el apartado técnico del Palmetum explican que se trata de la isla tropical más grande del mundo, por lo que es un centro global de diversidad biológica y cultural, reconocido por sus ecosistemas bien conservados y gradientes ecológicos únicos, desde manglares hasta pastizales alpinos tropicales. Sin embargo, hay que observar que, a pesar de su importancia, hasta ahora no se había catalogado de manera integral su diversidad de plantas vasculares.
Una lista reciente identifica 13.634 especies (68% endémicas), 1.742 géneros y 264 familias, posicionando a Papúa Nueva Guinea como la isla con mayor diversidad florística del mundo, además de que debe contemplarse que el descubrimiento de nuevas especies sigue en aumento, sin señales de desaceleración.
Nueva zona de avistamiento de aves
La nueva superficie dedicada a Papúa Nueva Guinea representa una mejora para la avifauna que habita el jardín botánico Palmetum, puesto que no sólo amplía la extensión que pueden ocupar las aves al contar con nuevos sitios para alimentarse y nidificar, sino que el nuevo lago supone un punto de obligada visita para ellas, como lugar de descanso y para saciar la sed, e incluso en algunos casos en poco tiempo también para reproducirse.
Tras la inauguración se inicia a partir de ahora un proceso lento y gradual de desarrollo de la vegetación, en especial la que se sitúa en el entorno del lago, por lo que las aves que se vean en sus orillas irán siendo cada vez más frecuentes a medida que se convierta en un sitio ideal para ellas, contando con más lugares de abrigo y refugio, como ocurre con los otros lagos del parque. Palomas, perdices, mirlos y canarios ya se acercan a distintas horas del día, pero con el tiempo serán muchas más las que puedan verse en este nuevo enclave.
94 especies de aves distintas
Por medio de un hide o punto de observación se podrán ver en las mejores condiciones posibles y sin perturbarlas, recordando, además, que ya nada menos que 94 especies de aves distintas mencionadas en el jardín botánico Palmetum, entre ellas las acuáticas que nidifican en los lagos y que han comenzado a frecuentar esta nueva zona húmeda en el área de Papúa Nueva Guinea, como ocurre con las primeras gallinetas, lavanderas o “alpispas”, e incluso en estas últimas semanas con alguna de las garcetas invernantes.
Y es que hay aves locales que visitan estos pequeños oasis como principal sitio para beber y descansar, pero también llegan aves migratorias que o bien hacen una parada en sus travesías para reponerse, o bien se instalan en este espacio todo el invierno hasta que en primavera regresan a sus zonas de cría.