Los vecinos se enfrentan a una serie de inconvenientes con el crecimiento de afluencia durante estas fechas
El Tamaduste, uno de los enclaves costeros con más encanto de El Hierro, se transforma cada verano en un punto de encuentro para residentes y visitantes. Sin embargo, el aumento de afluencia también trae consigo ciertos inconvenientes, como la proliferación de caravanas.
Su población se llega a triplicar durante los meses estivales, atrayendo a residentes, veraneantes y turistas que buscan disfrutar de su ambiente familiar, sus aguas cristalinas y el característico ritmo pausado del lugar.
Serie de inconvenientes
Uno de los problemas más señalados por los vecinos es la proliferación de caravanas, algunas de las cuales no respetan las normativas locales junto a otra serie de inconvenientes que afectan a la calidad de vida de los residentes.
Durante estos meses, se han llegado a reportar casos de vehículos estacionados durante días frente a viviendas o terrazas, así como comportamientos incívicos relacionados con la gestión de residuos.

La situación ha llevado al Ayuntamiento de Valverde a tomar cartas en el asunto. Según fuentes municipales, ya se trabaja en coordinación con el Gobierno de Canarias para establecer una normativa específica que regule la presencia de caravanas en la zona.
Entre las medidas en estudio se encuentra la rotulación de estacionamientos en batería para organizar mejor el espacio y minimizar el impacto visual y ambiental de este tipo de turismo.
A pesar de estos retos, El Tamaduste mantiene intacto su encanto. Quienes lo visitan fuera de temporada aseguran que es aún más especial cuando reina la calma. El reto para las autoridades y la comunidad será lograr un equilibrio entre el disfrute turístico y la preservación del entorno y la convivencia