Los cabildos de Tenerife y La Palma presentarán una candidatura conjunta para convertirse en sede del Centro Nacional de Vulcanología
Tenerife y La Palma aspiran a ser sede del Centro Nacional de Vulcanología. Ambas islas presentarán a través de los cabildos una candidatura conjunta.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha avanzado esta información en una rueda de prensa, donde ha aludido al inicio por parte del Consejo de Ministros del procedimiento para la determinación de la sede física del futuro Centro Nacional de Vulcanología.
Según Dávila, «creemos que tiene que estar en Canarias. Hemos llegado a un acuerdo para presentar una candidatura única, conjunta, donde la sede física estará compartida». Resaltando la amplia trayectoria en investigación del Involcan.

Candidatura «sólida»
Para Dávila, la candidatura conjunta es «más sólida» y en ningún caso puede irse a otro lugar del territorio nacional. Además, ha señalado que «la manera de garantizar que no se vaya no es presentar candidaturas separadas, sino conjuntas. Hemos trabajado con el cabildo palmero para que avancen ambas islas. La Palma tuvo en 2021 una erupción que ha lastrado su economía y Tenerife debe estar a su lado. La candidatura es así indiscutible y mucho más fuerte».
Además, ha subrayado la capacidad en materia investigadora y ha calificado «de sentido común» ubicar la sede en Canarias. «La sede física podría estar en La Palma y los centros de investigación a través de un consorcio en Tenerife, con una fórmula parecida al IAC», con sede administrativa y física en Tenerife y el grueso de investigación en La Palma.
Inversión en la Constelación de Satélites Islas Canarias
Asimismo, durante la jornada el cabildo también aprob óel proyecto de “Constelación de Satélites Islas Canarias” (CIC), una red de 8 satélites que estarán diseñados, fabricados y lanzados desde la isla y que, como señala la corporación, «supone un paso histórico en la vigilancia 24 horas al día, 365 días al año».
Hasta el momento se había colaborado a través del ITER y del IAC en los satélites Drago, pero esta constelación pensada en la protección más ambiciosa, ha asegurado la presidenta Dávila, que “supone un avance vanguardista y decidido para completar la seguridad de Tenerife. Un hito sin precedentes que, no solo representa una apuesta por la ciencia y la innovación, sino por la seguridad, la sostenibilidad y la capacidad de tomar decisiones más precisas para proteger lo que más queremos: nuestro territorio y nuestra gente”.
Como explican desde el cabildo, este proyecto pensado tras el incremento de riesgo, forma parte de la estrategia de seguridad y protección de la isla. La monitorización de forma continua del territorio permitiría disponer de información actualizada de manera diaria, sobre todo tipo de variables relevantes para evaluar los efectos del cambio climático y para optimizar la gestión de los recursos forestales, agrícolas, hídricos, urbanos.
Prevención de riesgos naturales y antrópicos
Además, esta herramienta servirá también para prevenir y responder ante situaciones de emergencias provocadas por riesgos naturales y antrópicos.
El presupuesto total se estima en 21.343.236,50 €, fraccionados en 6 años y con entrada en vigor en los presupuestos desde 2026 a 2031. La constelación estará compuesta de 8 satélites de órbita baja para observación del espacio terrestre. Será el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y su división IACTEC-Espacio a través del “Convenio para el Desarrollo Tecnológico de Tenerife”, quienes desarrollen y gestionen el proyecto.
Entre las características principales están el diseño de la misión y la propuesta técnica para el segmento espacial y de terreno. Pero, además, cada satélite podrá equipar hasta tres cargas útiles de observación: una cámara en espectro visible e infrarrojo cercano (VNIR), otra en infrarrojo de onda corta (SWIR) y otra en infrarrojo térmico (TIR). Entre estos instrumentos destaca la cámara hiperespectral DRAGO-3, desarrollada por el IAC en colaboración con el Cabildo como heredera de las exitosas DRAGO-1 y DRAGO-2. Este nuevo sensor actuará como uno de los “ojos” de la constelación, capaz de captar imágenes de alta precisión con aplicaciones directas en la gestión del territorio y la respuesta a emergencias.

Diversificar la economía y talento canario
«Por primera vez Tenerife será sede del lanzamiento de los satélites y se controlará desde la isla su puesta en órbita. Habrá un comisionado con la tarea operar los mismos. Por último, se contempla también el desorbitado al final de la vida útil de los satélites», señalan desde la corporación insular.
El desarrollo por parte del área de Innovación, dentro de su estrategia aeroespacial, ha dicho el consejero Juan José Martínez “nos coloca en una posición privilegiada, no solo como usuarios, sino como desarrolladores de tecnología espacial” además que, “este proyecto contribuye a un cambio de modelo productivo, generando empleo cualificado, atrayendo inversión y apostando por el talento canario”, en línea con la apuesta del Cabildo por diversificar la economía insular hacia sectores de alto valor añadido.