Efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil se desplazan semanalmente a La Palma para realizar la mediciones
La vigilancia del volcán de La Palma no cesa casi cinco meses después de finalizar la erupción volcánica de Cumbre Vieja. Una tarea en la que también trabajan los efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil que se desplaza a la Isla Bonita para realizar mediciones de gases.
La costa del Valle de Aridane sigue sufriendo de lleno las consecuencias de la erupción y la situación aún no mejora.
El Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil se desplaza semanalmente a La Palma para realizar mediciones en 13 puntos estratégicos de La Bombilla, donde durante estos meses se han detectado altas concentraciones de dióxido de carbono. Valores que hacen imposible permanecer en estos puntos.
Las mediciones se repiten por las calles de La Bombilla en los que los medidores casi siempre “pitan” por alta concentración de gases.
Estas mediciones de la Guardia Civil complementan a las cuatro balizas fijas que se han instalado en este núcleo. Mientras tanto, los vecinos de la zona deberán esperar para volver a sus casas, un hecho imposible hasta que los valores no se reduzcan.