Ambos okupaban una vivienda hasta el pasado lunes, cuando precintaron la puerta y ya no pudieron acceder al interior, con sus pertenencias aún
Los altos precios de los alquileres hacen que muchas familias no puedan acceder a una vivienda. Es el caso de Miguel y su pareja. Ella está embarazada y viven en la calle. Hasta este lunes, okupaban un piso vacío, pero han tenido que dejarlo.
Miguel, vecino del municipio de La Orotava, y su pareja hasta hace unas semanas dormían en una plaza porque sus familias no se comprometían a acogerles.
Ambos okuparon un piso. Un mes después, el propietario les reclamó su vivienda. El pasado lunes cuando Miguel y su pareja volvieron a la vivienda, la puerta estaba precintada. Ahora de vuelta a la calle, ni siquiera pueden recuperar sus pertenencias, todo cuanto tenían, incluidos documentos; que se quedaron dentro del piso.
Ahora, tras presentar denuncia, están pendientes de una respuesta del juzgado.