“Las mujeres sordas somos invisibles para la sociedad. Sufrimos más discriminación por ser sordas que por ser mujeres. Imagínate ir a urgencias y no poder comunicarte”
Hola, me llamo Inmaculada (Macu) y soy una mujer sorda. Las mujeres sordas o con discapacidad auditiva somos invisibles. No tenemos ningún rasgo físico que muestre nuestra discapacidad. La mayoría de nosotras ha tenido más barreras por ser sordas que por ser mujeres, pero nos enfrentamos a esa doble discriminación. Tenemos limitaciones en el acceso a la sanidad, a la educación o cuando queremos acudir a la justicia porque no hay intérpretes. Muchas de nosotras no hemos aprendido la lengua de signos hasta la edad adulta y por eso, nos afecta mucho el fracaso escolar. También nos cuesta más acceder al mercado laboral.