Admite haber asesinado a su pareja en Tenerife

El acusado admite que mató a su pareja en Adeje pero asegura que no recuerda nada de lo ocurrido

El hombre acusado de matar a su expareja en Adeje aseguró este lunes que no recuerda nada de lo ocurrido porque estaba deprimido ya que, en su opinión, la mujer le ponía problemas para ver a sus hijos y por eso había bebido, consumido hachís, dos gramos de cocaína y pastillas.

Admite haber asesinado a su pareja en Tenerife. Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife
Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife

Ni siquiera se acuerda de cómo pudo trabajar como camarero en un hotel del sur de la isla. Afirmó que unos turistas lo vieron hablando solo, que al final los jefes al ver su estado lo mandaron a su casa y a partir de entonces el primer recuerdo que tiene es estar en el calabozo.

“No sé lo qué ocurrió, llevo años intentado acordarme”, dijo el procesado en la primera sesión del juicio en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. La Fiscalía pide 30 años de cárcel, una indemnización de 200.000 € a cada hijo, mientras que la acusación particular la eleva a 250.000.

Cómo ocurrieron los hechos

La defensa admite los hechos pero pidió al Jurado que no aplicara la pena máxima de 25 años por asesinato, a los que se suman otros 5 por las lesiones que causó a uno de los hijos cuando defendió a la víctima, y que intentaran comprender que no fue responsable de sus actos por la intoxicación que sufría.

Cuando al acusado se marchó del puesto de trabajo, esperó a su expareja en la puerta de la casa que habían compartido hasta algunos días antes, y la mujer al verlo le dijo que se marchara porque había una orden de alejamiento, y luego el hombre acabó con su vida.

En aquellos momentos llevaba unos guantes de látex. Pero dijo que siempre los guardaba en sus bolsillos porque los utilizaba para cortar la fruta en el hotel.

Pero después, se contradijo. Si al principio aseguró que nunca usaba cuchillos en su trabajo, después reconoció que el arma era del establecimiento y que la empleaba precisamente para cortar fruta.

“Le tenía yo más miedo a ella que ella mi”

El acusado aseguró que había sido un buen padre tanto para los hijos del matrimonio como los de la fallecida, que se desvivía por ellos, les tenía mucho cariño y que jamás los trató mal. En cuanto a las denuncias por malos tratos dijo que desconocía el contenido e incluso llegó a asegurar: “Le tenía yo más miedo a ella que ella mi”.

El relato de sus dos hijastros fue radicalmente distinto. Ambos aseguraron que la convivencia con el hombre fue “un infierno” desde que comenzó la relación con su madre 10 años antes. Tanto para ellos como para la mujer a la que conoció por una aplicación y lo convenció para venirse desde Barcelona, donde vivía.

Un hijo se refirió en todo momento al acusado como “el susodicho”. Dijo que jamás lo consideró un padre y que los malos tratos verbales y físicos hacia ellos y la víctima fueron constantes y a su hermano mellizo, que padece autismo, lo que hacía motivo de broma.

Tres denuncias por malos tratos

Una vez le dio una paliza porque había quemado unas papas y en otra porque no limpiaba bien los platos pero que en general los insultos y amenazas a su madre eran constantes, tenían miedo cuando llegaba a la casa y reconoce que se dejó manipular.

Fueron tres las ocasiones en las que la madre lo denunció por malos tratos. Sin embargo, nunca hubo condena e incluso convivían en la misma vivienda por motivos económicos.

El primer hermano que declaró fue el que aquella noche se enfrentó a su padrastro. Como resultado sufrió heridas en ambas manos al agarrar el cuchillo con una hoja de 18 cm de largo.

Aún se siente responsable de no haber podido salvar a su madre

En la actualidad, se encuentra en tratamiento psicológico. Además, aseguró, entre lágrimas, que aún se siente responsable de no haber podido salvar a su madre. También negó de forma rotunda que el acusado presentara signos de estar ebrio, especialmente porque se mantenía erguido y no olía a alcohol.

Al poco tiempo, llegó un vecino más corpulento que pudo detener al agresor mientras que el joven corrió a una casa cercana a llamar a los agentes de la seguridad: “Tuve que hacer cuatro llamadas hasta que me contestaron” y 15 minutos después, apareció una ambulancia y los efectivos aunque ya era imposible salvar la vida de la mujer, y procedieron a detener al hombre, que no prestó resistencia alguna.

El otro hermano niega que el acusado hubiera bebido o tomado drogas

El otro hermano estaba en la casa cuidando a otros dos hijos más pequeños nacidos en ese matrimonio. Al saber la hora a la que venía su madre salió al balcón, desde donde vio a alguien con una capucha y poco después cómo comenzó la agresión, por lo que bajó la escalera pero al llegar su madre estaba sin vida.

También niega que el hombre tuviera algún signo de haber bebido o tomado drogas y al contrario recuerda que lo único que hizo fue preguntar por su gafas y pedir que se las entregaran.

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